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Asora Paraguay lleva más de 10 años con el ambicioso proyecto de repoblar de aves el cielo de Luque, principalmente del gua’a hovy, que está en peligro de extinción y cuyos colores son similares a los de la bandera de Luque (azul y amarillo). “Esto es solo para un sentido de pertenencia de los luqueños, porque también tenemos más de 150 especies dentro del proyecto de monitoreo”, había manifestado Gustavo Espínola, titular de la organización, durante la presentación del proyecto.
El objetivo principal de “Gua’a urbanos” es proteger a estas hermosas aves que se encuentran en peligro de extinción. “Muchas aves ya fueron monitoreadas. Las mismas vuelan y anidan libremente en la ciudad y es nuestro compromiso, como luqueños, cuidar de ellas. A diario recibimos muchas llamadas de personas que vieron a estos animales volar libres por la ciudad”, dijo Espínola.
Hace unos dos años fueron introducidos a la naturaleza urbana varios gua’as que anidaron en Luque y desde allí van a otras ciudades. Hoy, 4 de octubre, Día de San Francisco de Asís y el Día Internacional de los Animales, se pudo observar a una pareja de tucanes en Luque acompañando a los gua’as.
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“También sabemos que otras aves que estaban enjauladas en las casas ya fueron liberadas por sus propietarios al enterarse del proyecto de monitoreo y es así que a diario vamos viendo aves de otras especies, como los tucanes, por ejemplo que están sobrevolando no solo Luque, sino en el monitoreo vemos que ya van a otras ciudades. Ya estamos cubriendo el departamento Central”, agregó Espínola.
Los talleres van dando resultado porque los niños que asisten luego van a casa a pedirles a sus padres que dejen de cortar las alas a los loros, o que los liberen de las jaulas, y así son liberados. Los niños son agentes multiplicadores en la casa.
“Muchas veces los padres son presionados por sus hijos para liberar a las aves que tenían en jaulas, o escucharon de nuestro proyecto y están tomando conciencia que es mejor tenerlos libres y escucharlos; cuidar de ellos, pero en libertad. Nuestro monitoreo ahora ya alcanza el departamento Central, pues estas aves vuelan casi 27 kilómetros de sus nidos. Ojalá las personas tomen conciencia y no les hagan daño”, explicó el presidente de la organización.
Asora venía realizando varios talleres para concienciar principalmente a los niños y a los adolescentes en Luque, y con los colegios y escuelas del país, y que estos sean agentes multiplicadores de la importancia de la preservación de las aves y sobre todo de no cazarlas.
“Nuestro monitoreo es a nivel Central, por la capacidad de vuelo de estas aves, tanto de los guacamayos como tucanes. Central es nuestra área de influencia y ojalá que las personas cuiden a los animales y nos ayuden. Además, estamos pensando monitorear otras áreas como Cordillera, Paraguarí y otros departamentos que están pegados a Central”, dijo Espínola.
Lastimosamente, con la pandemia, muchos proyectos en las escuelas, y plazas de Luque fueron suspendidos, pero al igual que otros el grupo se reinventó y organizó talleres virtuales para seguir apoyando y apostando por la educación ambiental enfocada en las aves en peligro de extinción. Se puede hacer las reservas de grupos al (0981) 999-909 o al WhatsApp (0981) 443-344.
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Durante los monitoreos ya se pudo constatar también que los gua’as anidaron y tuvieron pichones en el Cuarto Barrio de Luque. Estos animales fueron celosamente cuidados por los vecinos, quienes iban haciendo el seguimiento, y fue una buena experiencia que se espera se siga dando en otros sitios, dijo Espínola.
Quemazones
Consultado sobre cómo podría afectar a las aves estas terribles quemazones que se produjeron en todo el departamento Central, manifestó que el caso es tan grave como la deforestación que sufre el país.
“Estamos viviendo tiempos holocáusticos, en todos los talleres nosotros siempre destacamos la deforestación como principal causa de la extinción de las aves. Si vos me preguntás cuál es más perjudicial para la naturaleza, yo no sabría con quién quedarme, porque si ponés en un lado de la balanza la deforestación y en el otro los incendios... Y son primos hermanos, ambos son letales para la naturaleza”, lamentó.
Sin embargo, Gustavo Espínola es un amante de las aves, soñador y pretende crear un “legión de jóvenes comprometidos con la naturaleza” que se encargue de monitorear y criar a las aves en peligro de extinción y así repoblar el cielo y llenarlo de alegría con el canto.
“Ojalá podamos generar más conciencia y se pueda tener una legión de personas comprometidas con la naturaleza. Un sueño que siempre tuve fue crear una legión de jóvenes protectores de la naturaleza, pero no solo quedarnos en la parte lírica, sino con proyectos bien armados, porque si no no le llegás a la gente... Ojalá podamos ser como algunos grupos ambientalistas de Europa en donde tienen un compromiso fuerte con la naturaleza, ojalá, Dios quiera, seguimos cabalgando como dice Don Quijote”, finalizó Espínola.