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Vecinos de la compañía Monjes Paso denunciaron que el poblador Darío Ramón Brítez Portillo, propietario de la granja “8 de Febrero”, supuestamente derribó varios árboles de distintas especies nativas como Yvyrarö, Tatarë, Laurel y cocoteros con el objetivo de colocar postes para hacer llegar la conexión eléctrica hasta la mencionada estancia. Además, demostraron que, en el límite de la propiedad privada y el campo comunal, el hombre, está realizando una gigantesca excavación aparentemente para un tajamar, que está destruyendo las nacientes y humedales de agua, dejando sin el vital líquido a los animales.
Al respecto, María Rolinda López (85) manifestó que Brítez Portillo, de forma prepotente, se está adueñando del campo comunal derribando añejos árboles nativos y principalmente es responsable de la sequía de los humedales y pequeños tajamares que los animales de los vecinos utilizan para beber.
“Este señor viene a atropellar nuestra comunidad porque somos pobres y hace lo que quiere porque tiene dinero. Yo tengo 85 años y nadie nunca tocó este campo comunal y este señor recién hace cuatro años compró esa granja y ya está destruyendo el lugar”, lamentó la mujer.
Por su parte, el vecino Miguel Espínola explicó que en la comunidad existen cerca de 70 familias que en su mayoría sobreviven de la agricultura y ganadería con escasos números de animales y que el mencionado campo comunal es el único lugar que tienen para llevar su ganado.
Un equipo periodístico de este medio, en compañía de los vecinos y una patrulla de la Policía Nacional, llegó hasta los portones de la Granja “8 de Febrero” de Brítez Portillo; sin embargo, no pudimos ubicarlo en el lugar ni a ninguna otra persona. Estamos abiertos a recibir su descargo.
No obstante, desde fuera del alambrado de la granja se pudo observar una enorme excavación que aparentemente se está construyendo para un tajamar más grande. Además, se pudo constatar la quema de pastizal que, según los vecinos, también fue provocada por Brítez Portillo.
El delito ambiental ya fue denunciado ante la Secretaría del Medio Ambiente de la Municipalidad local, como también ante el Ministerio Público de Villarrica, y aguardan una pronta intervención por parte del fiscal del Ambiente, Erico Ávalos.