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El presidente de la Asociación de Profesionales de la Construcción (Aprocons), Luis Caló, señaló que los recursos que se asignan a las obras públicas deben tener mayor componente de mano de obra nacional y materiales de producción nacional y, además, deben darse a constructoras mantengan el dinero en el país.
“Por ejemplo, asignar más a viviendas de interés social y familias de ingreso medio, empedrados, alcantarillado pluvial y sanitario en lugar de rutas o grandes puentes. En viviendas invertimos 100 y en rutas 800. Reasignemos. Pero hay una condición innegociable”, expresó.
Por otro lado, dijo que el Fogapy es una gran herramienta y que “hay que potenciarlo facilitando el apetito de crédito del sector financiero”. Asimismo, dijo que se debe insistir con el encaje y el abaratamiento de los créditos y reforzar con recursos humanos las entidades para reducir los tiempos, reasignando funcionarios (no contratar nuevos).
“Para nosotros el gran desafío es recuperar algo de confianza en el Gobierno. Comprobar reducciones efectivas de gastos superfluos y remover de los cargos a funcionarios sospechados por corrupción. Además, mostrar un plan que se aplique a lo que le resta a esta administración, que sea creíble y consensuado con el sector privado”, agregó.
Añadió que la transparencia en todo es importante para acompañar el esfuerzo y que no se repita los errores con los insumos de salud, donde se denunciaron graves indicios de corrupción. “El crédito no es solo el dinero. Es la garantía, el plazo de adjudicación y la gestión rápida y eficiente para llegar al verdadero sujeto de crédito”, expresó.
Al mismo tiempo, indicó que técnicamente se sabe qué hacer y que la confianza en los planes y sus ejecutores es el desafío. “La transparencia nos dará información para creer y así apoyar. Y señales ciertas e importantes de austeridad. Por ejemplo, que todos los funcionarios de rango ministerial renuncien al 50% de sus ingresos por un año y si les falta, que soliciten un crédito a 10 años como hicimos todos. Así entenderán lo que pasamos en el sector privado y darán señales a sus subalternos de que la cosa va en serio”, aseveró.
A su turno, el presidente de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), Paul Sarubbi, resaltó que la inversión en obras es muy importante para el proceso de reactivación de cualquier economía y que esto tiene efectos multiplicadores y derrame ingresos a capas y segmentos sensibles de la población. “Mantener el ritmo de las inversiones públicas debería ser como mínimo la política que esperaríamos en un momento como el que estamos viviendo”, aseveró.
Empero, dijo que la economía paraguaya necesita de todos los motores de crecimiento. “Todos aquellos que son intensivas en mano de obra deben ser incentivadas y promocionadas, como la construcción, la industria, los servicios en general. Entendemos que no todo lo puede hacer el sector público, pero puede promocionar sectores mediante incentivos fiscales temporales, desburocratizar las cuestiones administrativas públicas y generar las acciones para que los bancos atiendan a los sectores que demandan créditos”, indicó.
Asimismo, dijo que faltan señales claras de confianza y liderazgo y que “hay que apretar también en comunicar”. “Este es un momento que debemos debatir sobre como saldremos de la gran contracción económica” resaltó.
Al mismo tiempo, dijo que la gente no gasta en este momento porque no sabe que pasará a futuro y otros porque aún no han reactivado su sector y otros porque disminuyeron sus ingresos. “La reactivación del consumo vendrá cuando generemos mayor impulso a los sectores, no podemos esperar que solos se recuperen. El consumo si no se incentiva no vendrá”, agregó.
Por último, el presidente de la Cámara Paraguaya de la Construcción, José Luis Heisecke, dijo que el auge de las obras públicas en el país tiene un crecimiento sostenido, pero que hoy se enfrenta a la falta de recursos. “La meta es llegar a 1.000 millones de dólares anuales, es mucho, es una meta muy pretenciosa. No sé si se va a llegar a eso por la falta de recursos financieros”, expresó.
Asimismo, mencionó que no toda la economía puede estar sustentada “sobre las obras de infraestructura” y que debido a la caída de varios otros rubros aumentó el desempleo. “Hay muchas personas que están sin trabajar. Como nunca, en las oficinas de las empresas constructoras, tenemos decenas de currículos de personas que quieren trabajar”, expresó.
Agregó: “Todo el sector turístico está paralizado, la gastronomía también semiparalizado, hay muchísima gente que está sin trabajo y que apenas tiene para subsistir. Esta situación también se ve en Argentina y Brasil y muchas empresas vendrán a Paraguay para invertir en bienes raíces, construcciones”.
Por otro lado, manifestó que también se esperan lluvias para que también repunte el rubro agropecuario.