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“Pero puntualmente los incendios que estamos viendo son incendios que lastimosamente tienen esa provocación, está el factor humano detrás, y lastimosamente las motivaciones no podría decirte con certeza absoluta, pero sí nos hacen presumir de manera muy elevada -por decirlo así- que tienen el motivo de la ocupación posterior”, indicó Alejandro Buzó, director de Prevención de incendios de la Municipalidad de Asunción, que hace tiempo, con otras instituciones vienen persiguiendo a los pirómanos que generan estos quemas intencionales.
Según estimaciones de la comuna, unas 180 hectáreas son las que este año -hasta ahora- sufrieron las consecuencias de estas quemazones, a lo que hay que sumar otras 19 has. del año pasado. “Van quemando las zonas que son de tupida vegetación, por qué hablamos de incendio forestal, muchas vece la gente asocia a pastizales y está una zona de reserva que tiene no solamente pastizales, vegetación tupida donde viven varias especies animales y por otro lado, también la degradación de los humedales, que se viene dando de manera sostenida, y eso está afectado tanto la temperatura en la ciudad como la calidad del agua”, agregó.
Buzó no generalizó al apuntar hacia los habitantes de la zona, ya que destacó que el sábado pasado juntamente se creó una “brigada comunitaria de protección y prevención de incendio forestales, pero, por otro lado, hay miembros de la misma comunidad en otro sector que están favoreciendo -y la propia comunidad con la que trabajamos lo dices eso- están favoreciendo las ocupaciones y hacer la vista gorda inclusive al marco legal".
Le representante de la Municipalidad indicó que incluso hay autoproclamados dirigentes que son claros en indicar que en esa zona de la capital rige la “Ley del Mbareté”, postura que lamenta, ya que “esa Ley del Mbareté que se aplica, nos está dejando sin reserva ecológica, nos está dejando sin humedales, por ende las temperaturas que sentimos extremas cuando hace frío, cuando hace calor, tiene un efecto directo con la humedad y por otro lado nos estamos quedando realmente con una calidad de vida pésima” y remarcó que no se puede tapar el sol con un dedo y negar que hay intereses detrás y se debe debatir, ya que se está hablando de la"pérdida de un bastión natural que no podemos dejar que se termine de perder".
“Mucha gente dice: deja nomás que se queme. Estamos hablando una reserva ecológica que equilibra la calidad de vida, la calidad del agua, del aire”, recordó.