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La fiscala Esmilda Alvárez solicitó la suspensión del inicio del juicio oral contra Bruno Marabel debido a que debe cumplir la cuarentena preventiva por contacto con un caso positivo del nuevo coronavirus. Sin embargo, el Tribunal de Sentencia rechazó el pedido y esta mañana se dio inicio al juicio por el quíntuple crimen que conmocionó al país.
Se dispuso que la fiscala participe del juicio por medios telemáticos, tal y como lo está haciendo el acusado desde la Penitenciaría de Tacumbú, reportó el periodista de ABC Carlos Ortega.
Recordemos que la primera suspensión del juicio se dio porque Marabel se quedó sin abogado, pero ahora se encuentra siendo asistido por los defensores públicos María de la Paz Martínez y Eduardo Velázquez.
Al iniciarse el juicio de esta mañana, los defensores solicitaron la nulidad absoluta de actuaciones, alegando que el allanamiento que se realizó en la “Casa del horror” fue sin orden judicial y que las declaraciones tomadas a Marabel fueron realizadas en la patrullera policial sin que él sea asistido por un profesional que ejerza su defensa.
También cuestionan que haya sido aprehendido sin orden judicial cuando intentaba cruzar a la Argentina.
El crimen que conmocionó al país
Marabel está acusado del asesinato de su pareja Dalma Rojas, los hijos de 4 y 6 años de edad de la misma y los padres de ella, Julio y Elba Rojas, en la residencia ubicada en el microcentro de Asunción. Los cuerpos fueron hallados el 8 de octubre de 2018, aunque se estima que los crímenes ocurrieron entre el 29 de setiembre y el 2 de octubre.
El hallazgo de los cuerpos se produjo tras la denuncia de vecinos sobre el mal olor que expedía la vivienda de la familia, ubicada sobre la calle Oliva casi Montevideo, microcentro de Asunción.
Cerca de las 17:00 de ese lunes fue encontrado el primer cuerpo, el del señor Julio, quien fue enterrado cerca de la puerta de la vivienda que da a la calle Oliva, cubierto con cal, cemento, ropas y hojas de papel.
Más tarde, la Policía informó del hallazgo de otros tres cuerpos enterrados en el baño ubicado detrás de la casa. Como ya tenían la información de que se trataba de los miembros de una familia, procedieron a buscar otro cuerpo: el de un niño.
Ya en horas de la noche hallaron el último cadáver en una fosa en el patio trasero que funcionaba de estacionamiento. Todos los cuerpos fueron rociados con cal para acelerar el proceso de descomposición.
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