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Desde las 8:00, los manifestantes -entre empleados que perdieron sus empleos y propietarios de locales comerciales apoyados por autoridades departamentales y municipales- marcharon en la línea internacional con pancartas, pidiendo la apertura de la frontera con la ciudad brasileña de Ponta Porã.
Los manifestantes amenazan con bloquear el acceso de la ANNP para evitar el ingreso y la salida de camiones. Consideran que es injusto que las grandes transnacionales sigan operando y que los que diariamente luchan por ganar el pan no puedan trabajar, debido a la insensibilidad de las autoridades. Unos 100 taxistas también se sumaron a la movilización. La ayuda del Gobierno no llegó a los más necesitados, dicen.
El grupo Cogorno decidió cerrar tres supermercados y un negocio que se dedicaba a la venta mayorista, dejando en la calle a más de mil funcionarios.
Felipe Cogorno, uno de los directivos, indicó que las ventas cayeron de manera considerable y que ante esta situación no tuvo más alternativa que cerrar las puertas de sus locales comerciales. Señaló que la única opción para el Amambay y especialmente su capital, Pedro Juan Caballero, es la apertura de la frontera con el Brasil y que se implementen los protocolos de protección en ambos lados de la frontera y en coordinación con las autoridades sanitarias de Ponta Porã.