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La empresa está en concurso preventivo por una deuda de casi 1.000 millones de pesos (unos 12,5 millones de dólares al cambio oficial argentino), según escribe el equipo que trabajó en el #FinCenFiles, integrado por La Nación de Argentina, Perfil e Infobae.
Debido a los reportes de operaciones sospechosas puestos al caso Vicentin por actividades vinculadas también al Paraguay, nuestro diario consultó con autoridades de Tributación sobre si existían informes o investigaciones abiertas sobre las transacciones de Vicentin Paraguay, considerando que el propio Senado paraguayo había abierto un dossier. Fuentes oficiales tributarias informaron que la contraparte argentina se había comprometido a enviar documentaciones que hasta ahora no llegan al país. Recordaron que las exportaciones de granos desde Paraguay no pagan impuestos a diferencia de las exportaciones argentinas que están gravadas con el 35%.
La historia
En el 2015 se hizo un reporte de operaciones sospechosas en los Estados Unidos por negociaciones entre Vicentin y la multinacional Glencore. El Deutsche Bank Trust Company Americas (DBTC) hizo dos reportes debido a que la compañía Glencore Grain había sido investigada por soborno transnacional y consideraba que no había justificado movimientos por cientos de millones de dólares.
El primer reporte identificó 773 transacciones de Glencore por más de US$ 566 millones entre noviembre del 2013 y abril del 2014. El segundo SAR encontró 310 transacciones por más de US$ 259 millones enviados y recibidos entre mayo y junio de 2015″.
Más de US$ 12 millones
"Entre las decenas de empresas que fueron “contrapartes” de esos giros de Glencore figuró Vicentin Paraguay, la subsidiaria de la agroexportadora argentina que fue denunciada en reiterados escritos de la unidad de inteligencia financiera argentina y el Banco Nación ante la Justicia del mismo país. En el primer reporte no se especificó el monto de las operaciones. Pero en el segundo SAR fue detallado un giro puntual entre ambas compañías. “El 12 de mayo de 2015 Glencore Grain BV envió una transacción por US$ 12.610.950 a un solo beneficiario, Vicentin Paraguay SA”, señaló el reporte del DBTC.
El equipo argentino contactó con ejecutivos de Vicentin, quienes justificaron las operaciones de su subsidiaria paraguaya con Glencore y aseguraron que era operativa normal. “No tuvimos transacciones en enero y febrero de 2014, sí hubo a partir de marzo cuando se le vendieron 16.500 toneladas de soja por US$ 8 millones. Fue el primero de seis barcos que se exportaron ese año a Glencore y que sumaron 207.000 toneladas de soja, para que ellos la comercializaran en la Unión Europea sin pasar por la Argentina”, explicaron.
Con respecto a los US$ 12.610.950 que Vicentin Paraguay recibió en mayo de 2015, desde la empresa justificaron: “Fue el pago de un contrato por 33.000 toneladas de soja paraguaya. Fueron embarcadas el 3 de mayo de 2015 en el navío NV Ocean Rider, y el cobro fue en una cuenta del Banque Cantonale Vaudoise (BCV) que financiaba en ese momento nuestra operación en Paraguay”.
Vicentin abrió una subsidiaria en Paraguay en 2005 con el objetivo de comprar soja, importarla e industrializarla en Argentina para luego exportar aceite y harina. De ese modo, sacaba provecho del “régimen de admisión temporaria para el perfeccionamiento industrial”, sistema que permitía importar desde Argentina sin aranceles ni tributos con el fin de agregar valor en el país y exportar en un plazo determinado.
Entre 2009 y 2016 Vicentin Paraguay comerció directamente con los traders multinacionales sin pasar por la casa matriz argentina. Según un reciente informe del Banco Nación Argentina, de 121 páginas, en esa época Vicentin Paraguay trianguló buena parte de sus operaciones a través de Vicentin Uruguay. Vicentin explicó a los periodistas argentinos que su sucursal en Paraguay funciona como broker con una oficina pequeña que le compra a productores, acopiadores y cooperativas una soja de muy buena calidad, por las condiciones climáticas del Paraguay.
Al momento de las operaciones detectadas por los SARS del Deutsche Bank, Glencore y Vicentin Paraguay eran socias en Renova, una de las plantas de biodiésel más grandes del mundo con sede en Argentina. En diciembre de 2019, cuando Vicentin se declaró en asfixia financiera por las deudas acumuladas con acreedores extranjeros y nacionales, Vicentin Paraguay le vendió el 16,67% de las acciones que tenía en Renova a Oleaginosas Moreno (controlada por Glencore), a través de una empresa vinculada a la multinacional suiza llamada Renaisco BV. Según el Discovery que se abrió en Nueva York a pedido de los acreedores externos de Vicentin, esa operación se hizo por casi 123 millones de dólares, culmina parte del reporte del equipo argentino de La Nacion, Perfil e Infobae.