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“Nosotros nos estamos ocupando del tratar de recibir la mayor cantidad de materia prima para poder incrementar en algo nuestra producción también y desde el sector privado, tengo conocimiento de importadores que están recurriendo a más volúmenes de extrazona, están buscando otras alternativas, mientras la situación regional se recompone. Eso nos ayudaría y creo que en unas 3 semanas a un mes debería empezar a notarse una reducción de precio en el mercado”, indicó Benítez, explicando INC solamente puede cubrir la mitad del mercado de nuestro país.
Más puntualmente explicó que depende de otra empresa privada y de la importación para poder dar abasto a la demanda interna, ya que 50% de la producción corresponde a INC y una empresa privada tiene aproximadamente el 30% al 25% y los importadores cubre entre el 25% al 20% restante.
Sobre la demora en el pronóstico de recuperación de los precio, el titular de INC justificó diciendo que: ”Es un rubro que se mueve lentamente el del cemento; los inconvenientes que se presentan pueden presentar problemas a corto tiempo, pero las soluciones generalmente no se dan muy rápido".
Reconoció que ellos también reciben reclamos por precios inflados más del doble, pero se desembarcó de esa situación indicando que las suba no proviene de su institución. “La INC la última vez que tocó sus precios fue en 2017”, afirmó y dijo que actualmente “el cemento puzolánico que es el que más se requiere en el común denominador cuesta G. 39.800 la bolsa, estos son todos precios mayorista. El cemento estructural que es el cemento para hormigón y loza cuesta G. 43.850 la bolsa, todo precio distribuidor”, dijo.
Sin embargo, el precio en el mercado casi dobla esos precios. “A mi también me gustaría entender (de dónde viene ese incremento), porque nosotros somos empresa, somos distribuidores, pero no tenemos atribuciones legales para controlar el precio final”, sostuvo.
A los problemas propios de la pandemia, que hizo resentir la producción en los primeros meses a la INC, así como también a la empresa privada, Benítez remarcó que ahora hay que sumarle la bajante del río.
“El río hoy está casi como un arroyo. En Asunción creo que está en 12 a 10 cm. de altura nomás en el punto de medición. La INC –que nunca tuvo inconvenientes prácticamente en sus 50 años y más– en el muelle de Vallemí, que tiene un calado importante, ahora por ejemplo presenta inconvenientes importantes para que las barcazas se arrimen al muelle para cargar el clinker. Desde la semana pasada estamos tratando de realizar maniobras y buscando maquinarias para limpiar el canal”, comentó y dijo que esperan que ese mismo inconveniente no afecte a la planta de Villeta.
Finalmente dijo que pese a no afectar a todas sus plantas, sí el bajo nivel de río ralentiza y dificulta todo lo que tiene que ver con el transporte fluvial.