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Antes de esta publicación fue solicitada la versión de la Unidad de Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro Norteamericano (FINCEN, acrónimo en inglés de la Red de Control de Delitos Financieros, dependiente del Departamento del Tesoro de los EEUU).
El organismo respondió con un comunicado que hizo público en su portal el 1 de setiembre pasado en el que manifestó su conocimiento de que varios medios de comunicación tenían la intención de publicar una serie de artículos basados en informes de actividades sospechosas (SAR, por sus siglas en inglés) que habían sido divulgados ilegalmente, así como otros documentos gubernamentales sensibles, de hace varios años.
El escueto comunicado advirtió que las filtraciones podrían poner en peligro varias investigaciones, personas e instituciones y concluyó diciendo que puso el tema a conocimiento del departamento de Justicia de los EEUU y a la oficina del titular del Departamento del Tesoro de los EEUU.
Terrorismo, narcos, Fifa y Olimpiadas
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigacion (ICIJ) junto a BuzzFeed News y unas cien organizaciones de prensa de todo el mundo solicitamos al FINCEN aclaraciones sobre un cúmulo de pruebas que indican que se habrían ignorado reportes de operaciones sospechosas muy graves. La solicitud de información se hizo sobre las instituciones financieras, las agencias y los protagonistas de las historias, se les mencionó de la existencia de unos 2.200 informes de actividades sospechosas y que los principales bancos occidentales han estado informando rutinariamente que se están haciendo negocios en nombre de grupos terroristas, cárteles de la droga, crimen organizado y otros.
También se les consignó que a medida que se ha ido infiltrando más dinero sucio a la economía legal, ha aumentado el volumen de reportes de operaciones sospechosas. Solamente entre 2011 y 2019, el numero de alertas creció de unos 100.000 a más de 1 millón y que a pesar del aumento, los analistas del FINCEN se han mantenido sin cambios con solo 300 funcionarios que lidian con al menos unos 50.000 informes de actividades sospechosas cada semana.
Entre otros aspectos puntuales que les fueron consultados figuran el caso de transacciones relacionadas a sobornos olímpicos que fueron reportadas. Estos pagos fueron realizados para ignorar violaciones de dopajes rusos, y sobornos para que Tokio sea seleccionada como sede de los Juegos Olimpicos del 2020. También se les consultó por el caso de corrupción de la FIFA y que los fiscales estadounidenses acusaron a los ejecutivos de la organización deportiva pero que el dinero se movió a través de cuentas bancarias estadounidenses.