Cargando...
La audiencia de imposición de medidas fue realizada ayer para las tres principales imputadas -Paloma Chaparro Panimboza, Giselle Noemí Ferrer Pasotti y Mariángela Guidita Abdala Carísimo- por violación de la cuarentena, perturbación de la paz pública y por la ley que protege los patrimonios culturales. Solo se presentó Chaparro y quedó detenida.
Lea más: Argentina no sabía del pedido de captura para las imputadas por daños al Panteón
Por ese motivo, el magistrado interino de la causa, Gustavo Amarilla, decidió declarar en rebeldía a las otras dos, informó el periodista de ABC, Carlos Ortega. Las mismas ya cuentan con pedido de detención por parte de la Fiscalía, que además solicitó su captura internacional con fines de extradición a la Interpol en atención a que ambas cruzaron a Argentina, en plena pandemia, supuestamente con colaboración de la Cancillería de ese país.
“No hubo justificación para la ausencia, entonces estamos decretando la rebeldía, con los efectos de la rebeldía, con la orden de captura para conseguir el avenimiento al proceso de las dos personas que no comparecieron ayer. Con la rebeldía viene implícita la orden de detención y de captura”, puntualizó el magistrado.
Nota relacionada: Juez Amarilla afirma que no había garantías para dar medidas menos gravosas a Paloma Chaparro
Entretanto, para Paloma Chaparro dictó prisión preventiva. En ese contexto, el juez argumentó que no tenía las garantías para otorgarle medidas menos gravosas, porque su defensa no presentó su certificado de vida y residencia ni alguna otra garantía que evite la fuga de la misma.
El hecho por la que estas tres mujeres están procesadas se enmarca en una protesta llevada a cabo el 5 de setiembre debido al tiroteo entre la FTC y el EPP que resultó en la muerte de dos menores de Edad. Cuando los manifestantes llegaron hasta el emblemático Panteón de los Héroes, que suele ser una parada obligatoria de quienes reclaman algo, pasaron la valla de seguridad, quemaron un telar tricolor que pendía del edificio histórico y pintaron sus paredes, ante la atenta mirada de la Policía, que nada hizo para evitar estos hechos.