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Borba conversó con ABC este miércoles y dijo que desde hoy los pacientes que requieran de terapia intensiva para algún tratamiento podrían ocupar una de las camas dentro del sistema de salud privado en el caso de que el público colapse. Actualmente, la ocupación ronda entre el 90 y 92% de las 529 camas de la Unidades de Terapia Intensiva (UTI) disponibles en todo el país.
El Ministerio de Salud autorizará esto una vez que el Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME) detecte que no hay disponibilidad dentro del sistema de salud de la cartera estatal. Borba detalló que no hay un sanatorio específico, ya que el acuerdo fue firmado con una asociación de centros médicos privados.
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El costo de cada día de internación en UTI por paciente será de entre G. 11 y 13 millones, adelantó el médico, quien prometió transparencia en la gestión de fondos ante los numerosos antecedentes históricos de desfalco tras este tipo de acuerdos.
El viceministro recordó que antes de la pandemia había 304 camas de UTI en los hospitales públicos y que ahora hay 225 más, es decir 529. Refirió que si no se hacía esta ampliación sí se iba a hablar de un “colapso”. “A enero de este año estábamos con un porcentaje de ocupación, sin COVID, por otras patologías, que siempre rondaba el 90, 95%”, dijo.
Además, Borba expresó que el sistema público no se podrá ampliar más allá de las 40 ó 50 camas porque la cantidad de terapistas no es suficiente. “La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dice que el 10% del total de camas debe ser Terapia Intensiva; hoy tenemos 5.850 camas comunes, entonces tendríamos que tener al menos 585 camas de terapia bien distribuidas”, añadió.
En otro momento, también se refirió a los contagios de COVID en médicos, enfermeras y personal administrativo relacionado al sector salud. Del total de casos confirmados, que son 24.214 hasta ayer, el 7% es personal de salud.
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“Un tercio se contagia dentro del entorno de la atención al paciente, pero es preocupante porque tenemos una deuda histórica con el Ministerio de Salud por déficit de recursos humanos y a veces no tenemos una segunda línea de acción”, sostuvo, dando a entender que no hay quienes reemplacen a estas personas.
Borba también destacó que la mortalidad de las personas que ingresan a terapia es de entre 60 y 66%. “En los países europeos llegaron a tener el 90% de mortalidad. A medida que se fue innovando con los tratamientos, se fue mejorando”, manifestó.
Por último, contó que se habilitarán cuatro sitios más de toma de muestras en Asunción y Central. Dos de ellos estarán en Acceso Sur y Acceso Norte (Central) y los otros dos restantes en el Hospital San Pablo y el de Trinidad (Asunción).