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A mediados de julio la estimación del IHME de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos, era de 400 muertes para el mes de septiembre y de 2.000 para noviembre, considerando el escenario de relajación que se empezaba a notar en nuestro país. En ese entonces, a tres meses de pandemia, Paraguay registraba apenas 30 fallecidos a consecuencia del coronavirus y las proyecciones resultaban difíciles de creer.
Sin embargo al 7 de setiembre -ya a seis meses de la epidemia- la COVID-19 ya se cobró 449 vidas en nuestro país y la cantidad de afectados asciende a 23.353, datos del Ministerio de Salud que coinciden con las predicciones del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud.
Nota relacionada: Estiman que habrá 400 fallecidos en septiembre y más de 2.000 en noviembre
En ese sentido, Paraguay podría cerrar el 2020 con 3.159 fallecidos, de acuerdo a los datos estadísticos del IHME, centro estadounidense que también asesora a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) con un modelo estadístico.
Estos son números con la actual predicción y con “mandatos de relajación”, en tanto que el estudio también analiza variables como el uso universal de las mascarillas. En el último escenario, con la utilización de tapabocas por parte de toda la población, la estimación al 31 de diciembre baja a 2.479 fallecidos.
Al 30 de setiembre hay una proyección de 860 muertes (actual/con relajación) y de 846 (con mascarillas universales). En tanto que para el 31 de octubre las estimaciones son de 1.674 fallecidos (actual/relajación) y de 1.488 (mascarillas), mientras que para el 30 de noviembre son de 2.514 (actual/relajación) y de 2.059 (mascarillas).
Ver aquí predicción para Paraguay del Institute for Health Metrics and Evaluation
Son escenarios de predicciones variables y estadísticas que se hace teniendo en cuenta los indicadores del avance de la epidemia, había explicado ya en julio pasado el director de Sistemas de Salud del IHME, Rafael Lozano, en un contacto internacional con ABC.
Las proyecciones se basan en información real y si bien Paraguay se mantuvo en un inicio con un perfil sanitario muy beneficioso para la población, la cuarentena inteligente que se empezó a aplicar a partir del mes de mayo comenzó a cobrar infecciosidad del virus con mayor contagio, había adelantado ya meses atrás el profesional.
Cuando el virus empieza a propagarse aumenta el espectro de pacientes graves y por lo tanto se incrementan las defunciones tanto dentro como fuera de los hospitales. Este fenómeno esperado se vio en todos los países del mundo, explicaba Lozano.