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Sobre las muertes en el norte del país, manifestó su desacuerdo ante la utilización de menores para acciones delictivas y su pesar por las dos niñas que fueron usadas “como carne de cañón”.
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A la vez, cuestionó el actuar de los agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta y lanzó interrogantes sobre si se tuvo información previa para cumplir la tarea y cuáles fueron los resultados que su actuación acarreó.
En cuanto a los actos de agresión al Oratorio de la Virgen de la Asunción y Panteón Nacional de los Héroes que se produjeron ayer, los calificaron de “manifestaciones de odio y ofensa a la nación y a Dios”.
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Sobre los autores de dichos actos vandálicos, pidió que “recapaciten” e hizo un llamado a la “paz y al diálogo como único camino para encontrar las soluciones a los distintos problemas que enfrenta nuestra nación”.
Las dos niñas que murieron el miércoles por la mañana en la estancia Paraíso, en los límites entre Concepción y Amambay, durante un enfrentamiento entre el EPP y la FTC, tenían “11 años y meses”, según indicó ayer, sábado, el médico forense Pablo Lemir, tras una inspección a la que fueron sometidos los restos de ambas, exhumados ayer del cementerio de Yby Yaú.
Fueron identificadas como María del Carmen y Liliana Villalba e ingresaron a Paraguay desde Argentina el 19 de noviembre de 2019, según el fiscal Federico Delfino.
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Por otro lado, ayer, los fiscales Fabián Centurión y Ángel Ramírez ordenaron la detención de tres mujeres que fueron identificadas como las responsables de los actos vandálicos cometidos en el Panteón Nacional de los Héroes. En esta causa fueron individualizadas como supuestas responsables de los disturbios: Mariángela Guidita Abdala Carisimo (34), Gisselle Noemí Ferrer Passoti (24) y Paloma Chaparro Panimboza (25). Esta última fue la que quemó la bandera paraguaya. La tarde del sábado, un grupo de manifestantes ensució las paredes del patrimonio cultural y quemó dos banderas paraguayas.
