Confirman que una de las niñas recibió dos disparos y la otra ocho

Un examen forense confirmó que las dos fallecidas, el pasado miércoles tras una incursión contra el EPP en el norte, tenían 11 años de edad. Una de ellas recibió dos tiros y la otra ocho, tanto por delante como por detrás.

Las fosas del cementerio de Yby Yaú, de donde fueron exhumados los dos cuerpos de las niñas.
Las fosas del cementerio de Yby Yaú, de donde fueron exhumados los dos cuerpos de las niñas.

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La jueza Penal de Garantías Nº 6, Lici María Teresita Sánchez Segovia, ordenó la exhumación de los cuerpos de las dos niñas, supuestas integrantes del grupo criminal EPP, que fueron enterrados en el cementerio municipal de Yby Yaú. Posteriormente, fueron traídos a la Morgue Judicial de Asunción para la extracción de muestras y de los proyectiles, como anticipo jurisdiccional.

A las 13:30 de ayer se inició el procedimiento que estuvo a cargo del director del Laboratorio Forense, Dr. Pablo Lemir y la Dra. Liliana Bogarín, con la participación del fiscal Federico Delfino y la juez Lici Sánchez. La labor finalizó poco después de las 18:00.

Confirmación

Lemir expuso que se tomaron muestras radiográficas a los cuerpos, de los huesos de las manos y de la parte dental. También se compararon las heridas de los cuerpos. Para esto se utilizaron fotografías de las prendas que ya fueron destruidas ese miércoles a la noche, ya que las consideraron basura patológica.

“Ambos cuerpos nos dan una edad de once años y algunos meses. Sin embargo, los dos cuerpos tienen características de desarrollo corporal diferentes, en cuanto a caracteres sexuales secundarios externos, lo que hace una diferencia de edad aparente y de talla”, señaló Lemir.

Disparos

Según se determinó, María Carmen Villalba medía 1,55 metros y fue quien recibió dos disparos, uno de ellos le atravesó el cuello y fue el que le produjo la muerte, mientras que el otro ingresó por el abdomen desde adelante y la bala fue extraída de la región lumbar. También recibió un tiro de refilón en el muslo derecho.

La otra, Lilian Mariana, de 1,65 metros, era quien más desarrollo corporal presentaba y fue quien recibió seis heridas de bala desde atrás; algunas de proyectiles que abrieron una especie de canal en el tórax, lado derecho, según descripción de Lemir. Recibió otro proyectil por encima del pubis, desde adelante, otro en la región del muslo derecho y otro de refilón.

Según el forense los disparos no tienen características de ser cercanos. Tanto los proyectiles como las esquirlas fueron extraídas para su posterior análisis por la gente de balística forense.

También se constató que “las mismas no presentan lesiones de defensivas en miembros inferiores y superiores, así como tampoco se hallaron rastros de tortura”, informó Lemir.

Autopsia, innecesaria

Ante la consulta de por qué no se realizó una autopsia a los cuerpos, el fiscal Federico Delfino manifestó: “no es necesaria desde que se sabe la causa de muerte. Solo se recurre a ella cuando la muerte es dudosa”.

Datos

Delfino añadió que las muestras de ADN se tomaron de los fémures de ambas niñas. Esto con el fin de conocer quiénes son realmente las madres de estas niñas, “porque presumimos que las personas que figuran como madres (Miriam y Laura Villalba) no son las que declararon ser”.

En cuanto a los progenitores reales, Delfino mencionó que presumen que las niñas son hijas de Magna Meza y Osvaldo Villalba, y de Liliana Villalba con Manuel Cristaldo Mieres.

Según la información que recibieron desde Argentina, las dos niñas salieron de ese país el 19 de noviembre de 2019 en compañía de Miriam y Laura, supuestamente quienes “serían las que entregaron a estas niñas al grupo criminal a efectos de que se entreguen a la clandestinidad”, declaró el agente fiscal.

Equipo fiscal

Delfino indicó que se solicitó a la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, la conformación de un equipo fiscal para apoyar la causa penal que se abre en este contexto con los fiscales Marcelo Pecci, Alicia Sapriza y Lorenzo Lezcano.

Sepultura

Tras culminar el procedimiento, los cuerpos fueron entregados a un tío, Saturnino Villalba, quien es hermano de Carmen, Osvaldo y José Villalba, para que den la correspondiente sepultura a las fallecidas.

Reclamo

Entre las pertenencias de una de las víctimas se encontró un escrito en el que la niña reclama a su padre Osvaldo Villalba, líder del EPP, por qué se separó de su madre, Magna Meza, y fue a relacionarse con otra mujer.

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