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El proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2021 tiene asignado para el pago de los vencimientos de la deuda pública G. 7,8 billones (US$ 1.099 millones).
El monto que el Estado deberá desembolsar para estar al día con sus acreedores crece 31%, ya que este año se prevé destinar más de G. 5,9 billones (US$ 832 millones).
El servicio de la deuda pública, tal como lo describe el clasificador presupuestario de la ley, comprende el pago de intereses, comisiones, amortizaciones y otros gastos de la deuda interna y externa, de corto, mediano y largo plazo.
Los acreedores son los tenedores de bonos del tesoro, soberanos e internos; y los organismos financieros internacionales, como el BID, Banco Mundial, CAF, por citar algunos.
Hace diez años se pagaba US$ 405,9 millones en concepto de deuda, lo que revela el acelerado ritmo de endeudamiento que se viene dando, principalmente con la emisión de bonos soberanos en los dos últimos gobiernos.
En lo que va del año, incluso para estar al día el Estado debió utilizar US$ 77 millones del préstamo de emergencia para pagar el interés y el capital, debido a la caída de la recaudación tributaria por efecto de la pandemia. Para ello suspendieron los efectos de la ley de administración financiera que prohibe pagar intereses con deuda.
La deuda pública al mes de julio alcanzó los US$ 10.944,8 millones, lo que equivale al 30,9% del PIB, al tope de lo que economistas y organismos internacionales razonable para nuestro país.
Según los datos, la deuda se compone de la siguiente manera: 62,4% en bonos, 35,3% en préstamos y el resto vía ley llave en mano.
Las proyecciones del Ministerio de Hacienda, sin embargo, indican que a fin de año llegará a los US$ 12.553 millones, 34,5% del PIB, a causa de las deudas contraídas con la ley de emergencia sanitaria y la que se contraerán a través del plan de recuperación económica.
La cartera fiscal incluyó en el PGN 2021 una nueva emisión de bonos, en este caso por US$ 600 millones, de los que el 66,5% destinará a pagar deudas vencidas en el ejercicio y solo la diferencia irá a financiar obras y capitalización.
Además, en el proyecto también se prevé otra emisión de bonos, por US$ 500 millones, para bicicletear la deuda que va a vencer en 2023.
Ese año vencen los primeros bonos emitidos en 213 y 2015 por US$ 780 millones y las autoridades están buscando la forma para reemplazar los títulos y extender el plazo.
A la par del acelerado endeudamiento, el déficit fiscal también se viene deteriorando. En 2021 será la tercera vez consecutiva, si el Congreso aprueba, que se suspenderá la aplicación del tope de déficit de 1,5% del PIB establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF).
El año pasado el ejercicio cerró con saldo rojo del -2,9% del PIB, este año se dispara a -7,2% y el próximo año a -4%, lo que revela que el Ejecutivo seguirá sumando deudas al país para financiar sus proyectos.
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