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David González dijo que desde hace varios años se dedica a llevar productos alimenticios desde la capital del país para ofertarlos en los comercios del distrito y contó que recientemente se produjo un conflicto con dos empleados, quienes estaban realizando el reparto de las mercaderías.
Dijo que uno de ellos padecía de problemas estomacales, por lo que comenzó a sentirse mal en plena calle, lo que le produjo inclusive vómitos. Esto preocupó a pobladores de la comunidad, quienes alertaron al personal de blanco del hospital, ante el temor de que fuera portador del COVID-19.
Ambas personas fueron conducidas hasta el hospital, donde se les practicó el hisopado y, según el comerciante, por orden del propio director del nosocomio, Dr. Giovanni Gallagher, agentes policiales se encargaron de escoltar a los macateros hasta que abandonen los límites del distrito.
“Mi personal fue echado como perro”, dijo el comerciante. “Lo que se puede deducir como una tremenda discriminación, ya que lo correcto hubiese sido que se les lleve hasta el local del albergue, a la espera del resultado”, añadió.
“Como nosotros solemos traer productos alimenticios, y de manera permanente ingresamos a los frigoríficos, donde se cumplen todas las disposiciones sanitarias, estaba casi seguro que mi personal no podían dar positivo al virus y que verdaderamente se trataba de un caso de problema estomacal, por algún alimento que pudo consumir”, dijo el comerciante.
“Finalmente, la prueba dio negativo en ambas personas, pero el daño moral de discriminación ya estaba hecho. Además, esta situación me produjo un tremendo daño económico, ya que no se nos permitió poder vender nuestros productos”, relató finalmente González, al tiempo de pedir más profesionalismo a los encargados de la salud a la hora de tratar este tipo de casos.
Consultado con respecto a la denuncia, el Dr. Gallagher negó la acusación de discriminación y dijo que solo procedió a actuar según el protocolo sanitario.
Sin embargo, admitió que pidió a agentes policiales que los sacaran del distrito porque uno de los empleados presentaba todos los síntomas del COVID-19.
Les negaron también el permiso para que continúen ofertando sus productos dentro de la comunidad. “Lo más recomendable era que vuelvan a la capital del país, por lo que solicité a la comisaría local para que agentes policiales los acompañen hasta las afueras del distrito”, mencionó.