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Esta mañana habló con ABC el agente del Ministerio Público Carlos Maldonado, uno de los que llevan la causa de la niña desaparecida en Emboscada en la primera quincena de abril último.
“Recordar que en las diferentes diligencias, constituciones, allanamientos, hemos levantado una cantidad de muestras que se remitieron a Criminalística de la Policía Nacional y se realizaron los análisis. Solo cinco muestras de esa cantidad que levantamos (...) solo cinco respondieron a sangre humana. Esas muestras fueron trasladadas al laboratorio forense del Ministerio Público y, de esas cinco, cuatro son aptas para realizar ADN”, explicó.
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Agregó que en ese punto se solicitó al juzgado que bajo la figura de anticipo jurisdiccional sean extraídas las muestras de cabello para realizar el estudio de toxicología, así como el hisopado bucal tanto de la madre de la niña como del padrastro. También sostuvo que se está realizando el enlace con las autoridades de Suiza para que se proceda a la extracción y el traslado de muestras del padre biológico y la hermana, que actualmente residen en ese país.
Asimismo, manifestó que siguen realizando diligencias en torno a la imputación de la madre y el padrastro, primero por violación del deber del cuidado y luego por pornografía infantil. Comentó que el proceso se vio interrumpido porque uno de los abogados entró en cuarentena por COVID-19, pero que ahora estarían retomando los procedimientos.
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Además, expresó que el padrastro de la menor tenía un pasaje para julio en un vuelo humanitario a su país de origen, según se pudo ver en uno de los teléfonos incautados. De momento, el mismo se encuentra con prisión preventiva en Misiones, así como la madre, que también está guardando reclusión. Para la Fiscalía, ambos no solo podrían fugarse sino también obstruir la investigación.
Cabe recordar que la niña desapareció el 15 de abril, cuando supuestamente fue a dar de comer a unas cabritas hacia el fondo de su casa en Emboscada. No obstante, según datos, la madre hizo la denuncia en la Policía al día siguiente.
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Inicialmente, se manejaba la información de que la menor no podía ir muy lejos sola porque, a pesar de tener siete años de edad, su edad mental era de cuatro y tenía dificultades para moverse. Posteriormente, tanto la madre como el padrastro dejaron de colaborar con los investigadores y de a poco fue aumentando la sospecha hacia ambos.
La Fiscalía encontró más tarde indicios de supuesta violación del deber del cuidado, en atención a que la niña supuestamente dormía en un establo con los animales. Luego, la imputación del padrastro fue ampliada por pornografía infantil. Si bien, la Fiscalía y la Policía ya realizaron una serie de allanamientos, hasta la fecha no hay pistas del paradero de la menor.