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Ronaldo de Assis Moreira tenía un pasaporte auténtico de contenido falso a nombre de una mujer de llamada M. I. G. El de su hermano Roberto estaba a nombre de otra mujer, E. A. C. C., pero en la carpeta fiscal se nota que no fueron los únicos brasileños con documentos auténticos de contenido falso. También el matrimonio de Wilmondes Sousa Lira y su esposa, Paula Oliveira, quienes presentaron al excrack brasileño con Dalia López, tenían en su poder documentos igual de fraudulentos: el número del pasaporte de Wilmondes corresponde a un ciudadano paraguayo de nombre V. M. C. V., que vive en Asunción, mientras que el de Paula corresponde a una paraguaya de nombre D. P. N., de Laurelty, San Lorenzo.
Toda esta documentación auténtica de contenido falso tiene algo en común: Dalia López Troche, prófuga hasta hoy. Alguien que se jactaba ante los extranjeros de que “ni el presidente” estacionaba vehículo en el aeropuerto donde estacionaba ella.
Una se fue, el resto se quedó.
La única diferencia entre todos los que tenían documentos auténticos de contenido falso es que Paula, esposa de Sousa Lira y también poseedora de documentos fraudulentos, prestó declaración testifical ante la Fiscalía el 7 de marzo, entregó su celular, los pasaportes de la pareja y la Fiscalía la dejó ir. La señora ni siquiera prestó declaración indagatoria.
Preso en Tacumbú quedó su esposo, Wilmondes Sousa (en junio beneficiado con reclusión domiciliaria) y presos en la Agrupación Especializada primero –y en un hotel después– los dos hermanos. Los De Assis Moreira acaban de irse seis meses después y tras pagar 200.000 dólares; preso aún queda Wilmondes mientras Dalia López sigue prófuga e intentando litigar desde la clandestinidad.
Pese a que llamativamente la Fiscalía la dejó ir, Paula Oliveira tenía la clave de todo el camino, los negocios y los contactos que había transitado junto a Dalia López Troche desde julio del año pasado. De hecho, en su testifical Oliveira incriminó seriamente a Dalia López Troche con mensajes de WhatsApp, y hasta con audios. Fuentes oficiosas aseguran que la mujer fue sacada del país el mismo día que prestó declaración, por vía terrestre hacia Foz de Yguazú.
Llama la atención la cantidad de viajes que hizo Dalia López Troche entre Paraguay y Brasil el año pasado. Si solo quería hacer caridad, y que todo el mundo lo supiera, con la ayuda de Ronaldinho, el esfuerzo fue llamativo. Después de haber estado sin viajar durante dos años, el año pasado arrancó un ritmo frenético de viajes entre Brasil y Paraguay: al menos unos 12 vuelos de ida y vuelta fueron realizados solamente desde agosto. Quien hizo esa misma cantidad de viajes fue también Paula, la esposa del empresario brasileño Wilmondes Sousa Lira. Ella llegó a venir unas doce veces al Paraguay y en algunas oportunidades se quedaba apenas por unas 24 horas y retornaba a su país.
Tardaron meses para analizar imágenes
El 17 de marzo los fiscales Federico Delfino y Osmar Legal retiraron imágenes del circuito cerrado de la Dirección de Migraciones. Recién cuatro meses después los representantes del Ministerio Público pidieron un informe que podría probar que el extitular de Migraciones, Alexis Penayo, supo con antelación que los documentos de Ronaldinho y Roberto De Assis Moreira eran falsos y no hizo nada por denunciar ni impedir que fueran usados.
Los gestores de Dalia López confesaron que fueron al Ministerio del Interior el lunes 2 de marzo. Relataron que estando allí dentro fueron recibidos por Anastacio Ojeda, secretario del Ministro Euclides Acevedo; que corroboraron que los documentos eran falsos e inexistentes en el sistema y que se le hizo llamar al entonces titular de Migraciones Alexis Penayo.
Recordaron que Penayo recibió ese mismo día en su oficina por lo menos a uno de los gestores. Que volvieron a ir al día siguiente, martes 3 de marzo. Sebastián Medina, uno de los gestores, confirmó el 2 de junio pasado que si se revisaban las imágenes de Migraciones, se podría corroborar todos sus dichos.
Finalmente, cuatro meses después de retirar el circuito cerrado, y un mes y casi 15 días después de las denuncias, la fiscal Alicia Sapriza fue quien pidió un informe correspondiente al análisis de imágenes. Fotos sociales muestran al extitular de Migraciones Alexis Penayo departiendo socialmente con el fiscal Osmar Legal.
“¿Cómo le vas a atajar a Ronaldinho?”
Si no hubiera sido por la suboficial Silvana Núñez, de la brigada de control de documentaciones en el aeropuerto, nunca se hubiera destapado la rosca que arrastra consigo sospechas de lavado de dinero, organización criminal y producción de documentos de contenido falso.
El jefe de Migraciones del aeropuerto, Miguel Santander, le pasó foto del pasaporte de Ronaldinho por whatsapp, la funcionaria policial ingresó el número y para su sorpresa, en el sistema no figuraba.
Decidió ir por más: fue a pedir el pasaporte a las funcionarias del salón VIP del aeropuerto que ya estaban sellados por Migraciones, los consiguió y llevó para chequear en su sistema. Fernando Gallardo, exdirector del aeropuerto bajo la administración de Edgar Melgarejo, la siguió.
Ella le demostró que los números no figuraban y recibió el reclamo del funcionario público en términos similares a “¿cómo le vas a atajar a un personaje de la fama de Ronaldinho?”.
Gallardo, quien tenía la potestad y autonomía para denunciar también el ilícito que se estaba consumando, recuperó los documentos y se fue del lugar. Formó fila detrás de la parafernalia de Dalia López, sus guardaespaldas y todo el séquito. Se desconoce si el exdirectivo aeroportuario fue molestado por la Fiscalía en el marco del proceso.
Mafia que no acaba
La mafia de los documentos auténticos con contenido falso goza de buena salud en el país sin que ningún gobierno haya tenido éxito en frenarlo.
En julio del 2016 y, con la complacencia de la actual fiscal general del estado, Sandra Quiñónez, el gobierno de Horacio Cartes extraditó rápidamente al argentino Ibar Pérez Corradi, quien se fue del país sin contar el secreto de los policías a quienes había sobornado para que lo documentaran y lo mantuvieran oculto sin ser molestado ni ir preso.
Era uno de los criminales más buscados de la Argentina y Quiñónez lo dejó ir después de hacerle apenas DOS preguntas en su audiencia ante la Fiscalía.
El argentino no fue el único.
En el 2017 cayó preso Marcelo “Piloto” Pinheiro, considerado uno de los criminales más buscados por Brasil e identificado como uno de los jefes del Comando Vermelho. Piloto abrió la boca y no dejó títere con cabeza dentro de la cúpula policial, también tenía documentos auténticos de contenido falso.
No movieron caso desde marzo
El abogado Óscar Mersán reveló ayer que fue el 1 de abril de este año, hace casi cuatro meses, la última vez que la Fiscalía movió el expediente para investigar cómo estaban incriminados los hermanos De Assis Moreira, sus mediáticos clientes brasileños.
“Durante los tres meses y 24 días siguientes, fue muy difícil darles una explicación profesional del porqué de la continuidad de su privación de libertad”.
Dijo también que puede hablarse de una cortina de humo en este caso debido “al inexplicable y excesivo transcurso del tiempo en que los mismos estuvieron bajo investigación por indicios que nunca existieron ni fueron comprobados. Como podrán ver en el requerimiento fiscal realizado por el Ministerio Público y que fuera divulgado en todos los medios, la fecha de las últimas pruebas en relación a ellos es del 1 de abril de 2020. Estas pruebas confirmaban lo que ellos habían declarado y asumido desde el 4 de marzo, la utilización de buena fe de documentos públicos de contenido falso”.