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El intendente de Ñemby, Lucas Lanzoni, hijo del senador y exgobernador Blas Lanzoni, ambos liberales, fue denunciado por la Contraloría Ciudadana ante la Unidad Especializada en Delitos Económicos de la Fiscalía por supuesta lesión de confianza, asociación criminal, administración en provecho propio, producción de documentos no auténticos, lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Los denunciantes aseguran que existen innumerables irregularidades en el desembolso de fondos municipales destinados supuestamente a comisiones vecinales para hacer obras viales y mejoras en espacios públicos (por más de G. 3.100 millones) y a una comisión especial de eventos creada para organizar actos culturales y turísticos en el Cerro Ñemby (por más de G. 1.400 millones).
Las obras en los barrios no se hicieron hasta después de las denuncias. El “Clan Lanzoni” estaría conformado por el senador y su familia, además de otros colaboradores cercanos a él. En el marco de la investigación el fiscal Omar Segovia encabezó la comitiva que allanó la Municipalidad de Ñemby. Segovia dijo que pudieron incautar solo el 50% de la documentación porque supuestamente el resto de lo solicitado se remitió a la Contraloría General.
El esquema del clan
Nuestras fuentes afirman que los verdaderos gestores de los desvíos de fondos comunales –genuinos, de royalties y de Fonacide– son los hermanos Iara Lanzoni y Lucas Lanzoni, con la fiel colaboración de los exfuncionarios municipales Florentín Espinoza Franco (expresidente de la Dirección de Comisiones Vecinales de la Comuna y de la comisión especial de eventos), y Yessica Wottrich (exasistente de la Dirección de Administración y Finanzas), amigos de los mismos.
Los informantes aseguran que estas personas, con la complicidad de otros leales, confeccionaron entre el 2018 y 2019 unos 130 cheques a nombre de las comisiones vecinales. Florentín Espinoza sería quien “estudió” a cada una de las comisiones y se encargó de identificar a los presidentes y tesoreros más “incultos” para concretar el desvío.
Falsificaron la firma de los mismos en el endoso del cheque, en la planilla de rendición de cuentas, en el contrato de desembolso, en el recibo de dinero, en la solicitud de la obra a realizarse, entre otros documentos, además de falsificar los sellos con el nombre de dichas comisiones. “Se chuparon G. 6.000 millones solo el año pasado. ¿Para qué quiere la plata Lucas? para comprar autos viejos, restaurarlos y volver a venderlos. Ese es su hobby. En cuanto a Iara, se sabe que comenzó a construir una linda casa, invirtió su dinero, pero también está implicada en el esquema del desvío, junto a Lucas son el cerebro de todo”, dicen las fuentes.