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“No conocemos a Alexa directamente, pero sí seguimos el caso y nos indigna la decisión que tomaron los jueces”, señaló Agustina Romero, una de las organizadoras.
“Somos un grupo de amigas que nos organizamos y convocamos a la caravana. Cada vez somos más chicas y también hombres que se están uniendo a la movilización. Quedamos muy impactadas y decidimos dejar de esperar, salir a reclamar justicia, porque creemos que en la sociedad está el poder del cambio”, manifestó la joven.
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Romero indicó que prevén que la caravana se realice cumpliendo las medidas sanitarias, por eso será en auto, con solo dos personas por vehículo y utilizando tapabocas.
“Partiremos a las 17:30 desde la Recoleta y de allí nos trasladaremos hasta la Catedral de Asunción. Allí proyectaremos imágenes en las paredes de la Catedral y estará habilitado un megáfono para la persona que quiera hablar”, adelantó la joven.
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“Le invitamos a Alexa, le hicimos llegar el mensaje y ojalá pueda estar presente y que pueda sentir el apoyo de toda la comunidad. A los jueces les queremos decir que en ellos estaba el poder de dejar un precedente, pero nos fallaron. Les fallaron a sus esposas, a sus hijas. Esto no puede seguir así, el pueblo no se va a quedar callado”, añadió.
El caso y las pruebas
La joven Alexandra Torres denunció en 2016 al sacerdote Silvestre Olmedo por acoso sexual. A pesar de las pruebas, incluso un audio en el que Olmedo admite el hecho, un Tribunal de Sentencia en San Lorenzo absolvió al exsacerdote. Los jueces alegaron que el manoseo en los pechos y la espalda de la víctima no eran elementos suficientes para comprobar la existencia de los abusos.
El tribunal de sentencia estuvo integrado por Letizia de Gásperi (presidenta), Dina Marchuk y Hugo Segovia (miembros).
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La jueza Leticia de Gásperi votó en minoría por la condena, pero sus pares votaron por absolver al cura. Por su parte, el juez Hugo Segovia dijo que el hecho de que la víctima haya denunciado que el cura la manoseó en los pechos y en la espalda no es suficiente para catalogarlo como acoso.
“No hay dudas de que el 21 de setiembre de 2016, a las 16 horas, el acusado Silvestre Olmedo, cura párroco de la capilla San José de Limpio, manoseó a Alexandra Torres en la espalda y en los senos en el momento de estar redactando una nota, pero esto no es suficiente. Deben existir otros hechos que constituyan un hostigamiento”, aseveró.
El magistrado también manifestó que el hecho de que el sacerdote haya abrazado, tocado el oído y dicho a la víctima “que es muy linda” tampoco es una muestra de acoso. “No es una forma de hostigar (...) Por sí solo un abrazo, tocar el cabello no lo es”, subrayó.
Alexa, asqueada
“Me da asco cómo miente, cómo puede ser que tanta gente todavía le pueda creer. Me da asco todo todo lo que hace y todo lo que se fue a decir en el juicio, cada palabra suya me da asco, me dan ganas de vomitar”, afirmó Alexa.
“Todo lo que dice es una mentira y él sigue siendo ahí uno más de la Iglesia católica, uno que con su investidura está haciendo millones de cosas malas, diciendo supuestamente que un sacerdote es un enviado de Dios”, insistió la joven.