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El caso se había destapado en febrero pasado, luego de que se evidenciara que “Raulito” Sánchez, beneficiado con sendos reposos médicos irregulares, no tenía limitaciones de salud para ir a vacacionar tranquilamente. La fiscal Josefina Aghemo finalmente realizó la imputación luego de corroborar que el seccionalero colorado se ausentó un total de 264 días de sus funciones como “director de Coordinación Social”.
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En todo ese tiempo, el mismo siguió cobrando salario de la institución, por lo que se presume que el perjuicio patrimonial a la EBY asciende a G 228.678.938, teniendo en cuenta que su salario más otros beneficios -incluido el de “presentismo”- eran de G. 18.580.290 por mes.
El colmo del caso es que los restantes 101 días del año uno creería que Raulito al menos asomó a su oficina para al menos marcar asistencia, pues no es así. Apenas 11 días figuran como trabajados por el sujeto, ya que también solicitó sus vacaciones y otras veces ni siquiera se molestó en justificar sus ausencias. El político fue presidente de la Seccional 24 de Asunción.