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Cinco horas y tres minutos, cuarenta y dos kilómetros de subidas y bajadas en el cerro de Paraguarí. Esa fue la muestra de amor y sacrificio que Mario hizo por Camila Ruiz, su novia, para pedirle que se case con él de una forma especial, que recordarán para siempre.
La pareja -ambos con discapacidad visual- dio a conocer su compromiso mediante las redes sociales, donde trascendió que Mario organizó una maratón y al final de la misma, se puso de rodillas para hacerle a Camila la pregunta más importante de su vida: ¿Te querés casar conmigo?
Mario - quien regularmente participa en carreras y eventos de atletismo- organizó la maratón y la denominó “Maratón por la vida”. Camila lo acompañó en el último tramo del trayecto, creyendo que se trataba de un evento deportivo.
El trayecto del novio empezó en el Cerro Hû y culminó en la reserva Mbatoví (Paraguarí - Piribebuy). A su llegada, sus amigos en complicidad de algunas figuras mediáticas habían preparado la especial sorpresa para Camila.
“Me costó arrodillarme después de la carrera, además ella lloraba y no me respondía. Me quedé arrollado hasta que respondió. ¡Por suerte dijo que si!”, contó Mario a ABC.
Según mencionó, para esta carrera y la especial propuesta a su novia se preparó durante dos meses con un entrenador personal (Cristian Pintos). Salía a correr todas las mañanas y por las tardes, realizaba un entrenamiento en un gimnasio improvisado en su casa.
La pareja unirá sus vidas en matrimonio en noviembre. Cuando hablaban de casarse, siempre pensaron que lo harían con una gran fiesta, pero ante este nuevo escenario y las restricciones dispuestas debido a la pandemia, celebrarán su boda con una ceremonia íntima, rodeados de sus familiares y amigos.
“No todo puede ser covid, tenemos que continuar. Tenemos que sacar lo mejor de nosotros y seguir adelante. Vamos a cumplir con todas las medidas sanitarias en nuestra boda. No podría estar más feliz”, acotó el novio. Expresó que, ante esta situación de incertidumbre y de crisis generada por el coronavirus, más que nunca el mundo necesita amor y creer e que sin importar los obstáculos, se puede llegar a la meta.
Mario es fisioterapeuta y trabaja de forma particular, con pacientes a los que atiende en sus casas. Camila es estudiante y bailarina.
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