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Óscar Manuel Airaldi, empresario y asesor de la Cámara de Comercio y Servicios de Ciudad del Este, comentó que el citado nuevo proyecto de ley reemplaza al plan de “tiendas fronterizas” pero en esencia el objetivo se mantiene igual, que es el de fomentar el turismo de compras. El planteamiento fue entregado ayer al Senado por los senadores Georgia Arrúa, Juan Afara, Enrique Buzarquis, Juan B. Ramírez, Patrick Kemper y Pedro Santacruz.
Airaldi explicó que con el plan anterior no se logró un consenso con algunos sectores económicos, por lo que se trabajó en un nuevo documento. La propuesta de ley sugiere estipular un sistema de tributo diferencial y que la gente que se acoja a esta modalidad no pueda comercializar a los otros que no sean distribuidores habilitados y/o personas no residentes en el país.
En cuanto al funcionamiento, el empresario señaló que los productos no serán nacionalizados, es decir, no ingresarán por Aduanas, y como los mismos estarán destinados a clientes extranjeros, es que se habla de reexportación. “En el proyecto de ley se establece que las mercaderías que ingresen al país para su posterior venta al turismo serán únicamente en ciudades fronterizas y cabeceras departamentales”, expresó.
El mecanismo de funcionamiento se compara con los productos importados, que para su consumo en territorio aduanero nacional pagan aranceles, impuesto al valor agregado, selectivo al consumo y renta, mientras que los que son importados para reexportación abonarán solo renta. “De esta manera se asegura que cada persona o empresa paguen los tributos que deben hacerlo en su justa medida”, argumentó.
Airaldi señaló que existen antecedentes similares, como lo es el régimen de maquila, que solo paga renta. Esta modalidad especial permite que ingresen insumos al país bajo admisión temporaria y luego de ser transformados con valor agregado nacional (mano de obra, energía y otros) para ser reexportados.
Indicó que deja en manos del Congreso generar los mecanismos para fomentar el turismo de compras, apoyando las inversiones y la infraestructura comercial ya existentes en Alto Paraná, frontera con Brasil.
La propuesta surge de la necesidad de generar herramientas para lograr la reactivación económica y se considera que así se volverá atractiva Ciudad del Este para el turismo de compras, y así hacer frente a los comercios “duty free” del vecino país, con miras a la actividad comercial post pandemia.
Amenaza igualdad tributaria
Consultado al respecto, el presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), Alberto Sborosky, manifestó que hay temor de que esta propuesta atente contra la igualdad tributaria. “Serían dos países dentro de uno. No existen garantías de que esos productos no se filtren al mercado interno, dejando totalmente en desigualdad de condiciones a comercios que pagamos la totalidad de tributos”, dijo.
Añadió que con este régimen se eliminan los trámites de garantía de salubridad, que son registros del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) y de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), inspecciones que los comerciantes formales están obligados a cumplir. “Se trata de una amenaza enorme que se filtren los productos internamente poniendo en riesgo decenas de miles de puestos de trabajo”, recalcó.
Finalmente señaló que de aplicarse, que se considere también a Asunción y alrededores como fronterizas, que la redacción de la ley sea igualitaria para todos.
Por otro lado, se intentó conocer la postura de la Unión Industrial Paraguaya (UIP) sobre el referido proyecto de ley, pero hasta el cierre de nuestra edición, su titular, Gustavo Volpe, no respondió. Este gremio se presentaba contrario a la creación de las tiendas fronterizas planteadas desde hace meses porque proponía una reducción de impuestos para los clientes extranjeros.