FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). La construcción del “miniacueducto” de la Cooperativa Fernheim se inició hace tres meses y el sábado 1 de agosto comenzó a proveer el vital líquido a las dependencias de la entidad, a cuatro comunidades indígenas urbanas y a varios aguateros que ya casi no encuentran fuentes de agua para transportar a los hogares.
El agua del “miniacueducto” que demandó una inversión de G. 3.500 millones es conducida por una red de caños PVC-O de 160 mm desde Campo Aroma, al norte de Filadelfia. En la zona existe un lente de agua subterráneo de unos 600.000 m3 formado por una filtración natural de un paleocauce o acuífero.
“Este acueducto se ha construido también con las obras necesarias en Campo Aroma y el sábado pasado llegó el agua vía acueducto a nuestras instalaciones en Filadelfia”, dijo el presidente de la cooperativa Wilfried Dueck.
Hasta la apertura del miniacueducto eran transportados 360.000 litros de agua por día desde Campo Aroma en camiones cisterna, que en parte continúa por la urgencia de la crítica sequía.
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Por la red llegan 15.000 litros por hora y con algunos ajustes se estima que alcazaría 20.000 litros por hora.
La cooperativa tiene en Campo Aroma una costosa planta desalinizadora y varios pozos someros, que ya comienzan a salinizarse porque no hay recarga de agua por lluvias. Las tres fuentes generan unos 660.000 litros de agua potable por día para cubrir una demanda anual de 240 millones de litros, de los cuales 90 millones son aprovechados por comunidades indígenas urbanas.
El agua llega a un reservorio central bajo techo, de 1.500.000 litros, desde donde es distribuido.
En cuanto al acueducto del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Dueck considera que la llegada del agua desde Puerto Casado hasta el Chaco Central (203 km) “es muy importante, tal vez no tanto para la cooperativa como institución como para toda la población del Chaco”.
“Pero estamos esperando cada día que llegue, y cuanto antes, mejor. Con la sequía toda la población comienza a depender de estas pocas fuentes que nos quedan”, expresó Dueck.