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Empezó creando su propia huerta en el patio de su casa ubicada en la ciudad de Asunción con el objetivo de consumir alimentos más sanos e ir cambiando así su nutrición llevando a la mesa hortalizas y verduras principalmente. Así nació Guerrilla Verde, impulsada por Alberto Núñez junto con otros amigos.
“Es un movimiento que vio la necesidad de promover el autoconsumo, inspirado por la necesidad de tener alimentos en la mesa en tiempos de crisis como esta pandemia, y por una realidad que está a la vista. Gran parte del mundo pasa hambre, con un exceso de ofertas en el mercado de alimentos industrializados, de bajo valor nutricional y muchas veces con un difícil acceso a los productos de mejor calidad. La tierra no solamente nos ofrece una solución al hambre de la población, también otros beneficios, como salud, por la buena alimentación y los nutrientes naturales que nos brinda; la tierra nos enseña sus virtudes y valores como paciencia, concentración, dedicación y amor”, comenta Alberto Núñez.
Huertas urbanas comunitarias
Está experiencia la trasladó a los Bañados Sur y Norte donde enseñó de manera gratuita y entregó los insumos necesarios como semillas a las personas interesadas en crear sus propias huertas comunitarias para buscar también una salida ante la falta de alimentos principalmente de verduras y hortalizas que cuesta comprar para las ollas populares.
“Por lo general, la ayuda del Gobierno o las donaciones no incluyen carne ni verduras, solo fideos y productos no perecederos, por lo que decidimos dar una mano enseñando e instalando huertas en las comunidades, con apoyo de los pobladores”, señala.
Hoy, a casi tres meses de los inicios de Guerrilla Verde, explica Alberto que cuenta con huertas de 14 metros en el terreno de Gabriela, ubicado en el barrio Caacupemí del Bañado Sur. En ese lugar ya están plantadas aproximadamente 40 lechugas, lechugas moradas, zapallos, zanahorias y cebollas de diferentes tipos, tomates cherry, rúcula, flores como girasol, verbena, plantas medicinales, como eneldo, dos árboles de mandarina, uno de pomelo, limón y quinoto. Todo esto destinado a apoyar las ollas populares del barrio. También llegaron las huertas al Bañado Norte, en la reserva ecológica Banco San Miguel, pero con más fuerza, la huerta comenzó en la casa de Doña Sixta más conocida como Ña Zuni y su hija Erika Zuchini, ahí cuentan con 3 huertas; se expandió a 3 casas vecinas y hoy, con la inminente instalación de nuevas huertas en varias casas del barrio.
Autoconsumo en pandemia
“Guerrilla Verde promueve priorizar la salud y valores que enseña la naturaleza, empezó con la necesidad de autoconsumo en tiempos del covid-19 y hoy día se desarrolla como movimiento que anima y otorga las herramientas para el autoconsumo y el autosustento, ya que próximamente fomentará la venta de flores y plantas medicinales, así como de árboles frutales.
“Gran parte del sustento del movimiento es gracias a las huertas urbanas de gente que puede pagar y las donaciones recibidas. Volver a la naturaleza es volver a una realidad olvidada, que hoy día en tiempos de calentamiento global y explotación de recursos, hambre, falta de educación y salud es una necesidad urgente y educativa”, sostiene el joven Alberto Núñez.
Amor, empatía y trabajo
Alberto reflexiona y nos dice que vivimos en una sociedad ajetreada, con miedo y violencia todos los días. “Vivimos en un mundo hostil individualista, donde cada uno lucha por vivir y sufre su agonía diaria sin poder gritar y vivir plenamente. Entonces nace Guerrilla Verde como un movimiento de autoconsumo y conciencia, una conciencia sin tintes políticos o religiosos, pero sí de valores de amor, empatía y trabajo comunitario”.