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El viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Rubén Maciel Guerreño, encabezó en la mañana de ayer una reunión de prensa de la que también participó el director general de Vigilancia de la Salud, Dr. Guillermo Sequera.
Maciel Guerreño confirmó en ese momento que dos reclusos, uno de ellos ya condenado, dieron positivo a covid-19, por lo que fueron aislados. Pertenecen al pabellón denominado “Remar”, donde hay internos con problemas de adicciones. Ya en la noche, el Ministerio de Justicia informó sobre la detección del virus en tres reos más.
En cuanto a las condiciones de salud de los dos primeros diagnosticados, Sequera refirió que ellos presentan síntomas leves, por lo que no requieren internación.
En total son cinco los contagiados de los 40 internos de dicha sección del penal. Estos reclusos fueron aislados y solo tienen contacto con los encargados de la seguridad.
Sequera expresó que lo ideal en estos casos sería que cada uno esté en una habitación, separado del resto, “pero no es la condición de nuestro país. Es la limitación que tenemos”.
Cierre del penal
Por recomendación del Ministerio de Salud, Maciel indicó que no se permitirán visitas por el espacio de dos semanas por dicha situación. En cuanto a los agentes penitenciarios, se dispuso que quienes están en los grupos de riesgo no acudan a la penitenciaría.
El viceministro añadió que se tiene personal para reemplazar a los custodios afectados por la medida. “Ahora hasta podemos tener ventaja, el Grupo de Reacción de Agentes Penitenciarios (GRAP), ya está inmunizado. Están listos para sustituir a los agentes que se requiera”, refirió Maciel.
En relación con el brote, Sequera dijo que “acá hay mucho aprendido de la penitenciaría de Ciudad del Este. Hay medidas que se tomaron de manera correcta hace una semana, pues (los reos) tenían síntomas y fueron aislados”. Agregó que según la envergadura de la situación será la respuesta.
Por su parte, Maciel señaló que con el ejemplo de Ciudad del Este se implementó y se distribuyó tapabocas a la población penal, pero el problema es que algunos no las usan; también se desinfectan las encomiendas que llegan y se prohibió el ingreso de funcionarios y guardias que correspondan al grupo considerado de riesgo.