Cargando...
Operaciones de transferencias internacionales, boletas de cambio y arbitrajes, cheques emitidos, informes de Aduana, de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), del Instituto de Previsión Social (IPS) y el Ministerio de Industria y Comercio; reportes bancarios y de casas de cambio, son algunos de los documentos incluidos en los 437 biblioratos.
Estos se encuentran en una oficina del edificio que el Ministerio Público tiene sobre Nuestra Señora de la Asunción, en la capital del país. Cuatro años de investigaciones referentes a 41 empresas “duermen” en ese lugar, aunque la causa ya pasó por 15 fiscales.
Las 41 empresas investigadas tienen como factor común a los comerciantes Ricardo Galeano, Walid Amine Sweid, Juan Carlos Sosa, Javier Vázquez y Víctor Manuel Taboada Serratti, aunque principalmente las pesquisas rondan en torno de los dos primeros. Sweid y Juan Carlos Sosa son amigos del vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, con quien jugaban fútbol cuando este era fiscal en Ciudad del Este.
Las representantes del Ministerio Público no resolvieron aún procesar a nadie pese a que tienen una habitación llena de evidencias.
El expediente recorre oficinas del Ministerio Público desde el 4 de abril de 2014, cuando ingresó a la Unidad de Delitos Económicos e intervino Federico Espinoza.
En total, cerca de una veintena de agentes fiscales tuvieron los documentos en sus manos.
El último reporte, de mayo pasado, señala que el Ministerio Público remitió pedidos de informes a Estados Unidos y Hong Kong para proseguir con el caso.
Varias alertas
La investigación fue abierta como consecuencia de que instituciones de Estados Unidos y la Secretaría Nacional de Prevención del Lavado de Dinero (Seprelad) alertaron sobre un presunto megaesquema de lavado de dinero que estaría vinculado al grupo terrorista Hezbollah, con sus ramificaciones en el Paraguay.
El vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, sería allegado a Walid Amine Sweid y al socio de este Ricardo Galeano Fariña.
Se sospecha que estos dos últimos manejan un posible esquema de blanqueo de dinero. Se cree que el mecanismo habría movido en total unos 1.200 millones de dólares desde Ciudad del Este, los cuales podrían haber sido utilizados para el financiamiento de la organización terrorista.
Hugo Velázquez intentó desmarcarse en forma reiterada de este caso.