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El incendio fue de grandes proporciones. Empezó en horas de la tarde y generó una densa humareda que pudo ser vista desde el centro de la capital y obstaculizó el tráfico vehicular en la Costanera Norte.
Ante la densidad del humo generado, la Municipalidad decidió clausurar de manera momentánea el acceso a la citada avenida. Hasta anoche los bomberos de distintas compañías luchaban todavía contra las llamas, que amenazaban con expandirse hacia las áreas verdes, movidas por la fuerza del viento que había en ese momento.
Culpan a ocupantes
La Municipalidad de Asunción responsabilizó del incendio, a través de un comunicado, a los ocupantes informales del banco San Miguel, quienes según la misiva prendieron el pastizal en represalia por las verificaciones realizadas por la Dirección General de Gestión Ambiental de la Comuna en la reserva ecológica de esa área.
Durante la intervención, los funcionarios municipales demoraron varios camiones volquetes de empresas constructoras que transportaban residuos y que operan de manera irresponsable y clandestina en el sitio.
También denunció que esa actitud favorece a los ocupantes informales y perjudica al área natural.
El comunicado señala que “en consecuencia, los ocupantes del territorio Banco San Miguel, al no recibir ‘la carga’ de tierras y escombros no pueden ganar terreno firme, ya que rellenan las lagunas u otros cauces hídricos importantes”.
Añade que “toda área protegida está amparada por la Ley N° 352 ‘De Áreas Silvestres Protegidas’ y nadie puede trasgredir dicha normativa”.