Cargando...
CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). Humberto Rosetti Miranda tomó el control de la Fiscalía Adjunta del Área X, que corresponde a Alto Paraná y Canindeyú, con sede en esta capital departamental. Además, como encargado del Área V, del departamento de Itapúa.
La asunción del nuevo fiscal adjunto se realizó ayer sin ningún acto protocolar como habitualmente ocurre en los cambio de autoridades, en el salón auditorio del Ministerio Público en Ciudad del Este. El lunes apareció solo por un instante y ayer ya ocupó su nueva oficina. Los dos anteriores fiscales adjuntos Ricardo Merlo y Édgar Moreno en una audiencia pública habían impartido directrices generales a los fiscales de la zona y luego brindaron una conferencia de prensa. Desde la secretaría de la Fiscalía Adjunta informaron que la asunción de Rosetti estaba prevista sin protocolo debido a la cuarentena.
Las sugerencias de distanciamiento físico sirvieron de excusa al nuevo fiscal adjunto para eludir consultas de la prensa sobre su auge económico luego de ser fiscal de marcas y anticontrabando en la frontera.
Desde que surgieron las sospechas de ocultamiento de bienes en su contra, cuando era aún ternado para el cargo de fiscal adjunto, Rosetti empezó a evitar la exposición pública. Este diario publicó un documento de Catastro que acredita que Rosetti es propietario de una cotizada residencia, ubicada en el exclusivo barrio residencial Paraná Country Club, de Hernandarias. Esta lujosa propiedad, valuada en G. 2.000 millones, fue ocultada por el fiscal adjunto en su declaración jurada de bienes presentada ante la Contraloría General de la República. También omitió declarar dos vehículos que figuran a su nombre en el Registro del Automotor. El nuevo adjunto experimentó una prosperidad económica. En 2008 su patrimonio ascendía a G. 154.200.000 y para 2012 triplicaba a G. 680 millones, según su declaración jurada de bienes. El incremento fue de G. 525 millones en cuatro años, pese a que su ahorro mensual no alcanzaba G. 2 millones.
Un agente con varias suspensiones
Humberto Rosetti cumplía funciones como fiscal en diferentes localidades de Alto Paraná durante 13 años y en ese período acumuló sanciones por mal desempeño, actuaciones favorables a contrabandistas, denuncias por supuesta extorsión a comerciantes “piratas” y protección al contrabando. El 26 de febrero de 2010, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados lo suspendió por retener teléfonos celulares sin autorización judicial. El 29 de junio de 2011, el JEM lo apercibió por el mismo caso. El 23 de mayo de 2018, el JEM nuevamente lo suspendió por una irregular intervención en una causa por violencia familiar. En diciembre de 2019, la Unión Industrial Paraguaya lo acusó de proteger a contrabandistas.