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El concejal Carballo destacó que desde el Municipio siempre van a apoyar los trabajos que se realicen por la recuperación del lago Ypacaraí, siempre y cuando no afecten el ecosistema que lo rodea. Indicó que no se oponen a las geobolsas para recuperar el nivel del agua, sino que buscan evitar el taponamiento del Salado, por lo cual consiguieron que se coloque al menos un tubo de descarga.
“Que los trabajos sean sostenibles, que se busque una solución definitiva para el lago y que esta no dañe el ecosistema”, puntualizó sobre los objetivos. Sobre el origen de la dura bajante del lago, manifestó que luego del desastre natural de las cianobacterias que ocurrió en 2012 se instaló un equipo que realizaba constantes limpiezas en el Salado, a fin de “escurrir la contaminación” y purificar el agua con las lluvias.
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“Coincidimos en que se limpió demasiado ya el curso del Salado”, agregó y destacó que por ello en setiembre del año pasado suspendieron esos trabajos. Agregó que la recomendación que realizó como miembro de la Comisión de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su Cuenca (Conalaypa) es que se restituyan los camalotes del Salado, puesto que hacen que se retenga la humedad y se purifique el agua.
Sin embargo, enfatizó que con esto solo se solucionan problemas temporales, pero se debe insistir en que “no se junte agua podrida en el lago”. Consideró que las geobolsas son solo paliativas y que la contaminación va a seguir mientras no se realicen los alcantarillados sanitarios en toda la ciudad de San Bernardino. “La ley de Conalaypa no tiene un recurso para una solución”, cuestionó.
Finalmente, aseguró que van a respaldar los trabajos del Ministerio del Ambiente siempre y cuando no se vean efectos negativos en la naturaleza que rodea al cauce hídrico. “Tras las dos experiencias catastróficas que tuvimos, sabemos que hace falta oxígeno, vida en el lago, entonces por eso nosotros estamos cuidando que se hagan bien los trabajos e insistimos en que haya una solución definitiva”, concluyó.
Recordemos que recientemente el titular de la Dirección General de Protección y Conservación de la Biodiversidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), Darío Mandelburger, consideró que la colocación de geobolsas en el lago Ypacaraí “es un proyecto piloto” con una duración de doce meses.
Por ese motivo, cuando fue consultado sobre si en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se previó un plan en caso de que se extienda la polución con cianobacterias, respondió que el proyecto está sujeto a cambios repentinos en caso de necesidad.
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