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Esta mañana, en conversación con ABC, el director de la Franja Costera, Ariel Benítez, habló en relación a la destrucción del hábitat de lechuzas en la Costanera de Asunción. Reiteró que no se trató de un trabajo que ellos realizaron, sino que personal del Ministerio del Ambiente constató que hubo gente que cavó intencionalmente en ese lugar. Apuntó que podrían ser jóvenes de unos 18 años que probablemente lo hicieron solo con la intención de molestar al ave.
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Asimismo, señaló que la encargada de custodiar esa zona es la Policía Urbana, que tiene distribuidos a todos sus oficiales por la Costanera y que en un plano ciego donde no estaban pudo haber ocurrido el hecho en un momento en que la patrullera se alejó. “El comisario José Vera es el director de la Policía Urbana (...) Son casi 4 km, están los policías cada tanto. Vos sos el responsable de eso, de cinco madrigueras donde en un minuto pueden cavar medio metro, más o menos 50 a 60 cm cavaron, según constataron los del Mades”, manifestó.
En relación a la inseguridad que existe en la zona cercana al barrio Ricardo Brugada, más conocido como Chacarita, sostuvo que desde que se amplió la cobertura de guardias hay menos robos. No obstante, agregó que la parte norte de la Costanera es una zona de obras que todavía no fue entregada a la Municipalidad de Asunción.
Cabe recordar que la Costanera fue declarada patrimonio cultural de la ciudad, además de que las lechuzas eran vistas frecuentemente en los últimos tiempos, ya que durante algunos meses se registró menor cantidad de personas en la zona debido a la cuarentena sanitaria para prevenir la expansión de COVID-19.
Además, el sitio fue destacado como un santuario natural de aves migratorias y autóctonas e incluso se dedicó un espacio que se conoce como el hotel de aves “Las Lomas”, al cual unas 300 aves migratorias llegan cada año.
El hecho que reveló la situación actual de las lechuzas fue que anteayer en horas de la mañana una de ellas fue encontrada muerta en los alrededores y otras tres quedaron deambulando por la zona luego de que su hábitat haya sido destruido.