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Como se puede observar en las imágenes, tras los trabajos de limpieza y carpida en la zona baja de la Costanera, los nidos de las lechuzas que estaban apostadas allí quedaron totalmente destruidos.
Al parecer, el refugio de las aves fue arrancado del sitio, ya que en el lugar donde estaba ahora se ve un pozo de alrededor de un metro de profundidad, según reportó Aníbal Velázquez, periodista de ABC Color.
Aparentemente, el tractor con el que realizaron la limpieza en el lugar se llevó todo por delante, sin tener en cuenta la presencia del nido.
Llama la atención que este haya desaparecido, ya que, para desarrollar este tipo de limpieza en zonas donde se hallan refugios de animales, siempre previamente se debe hacer una inspección, para preservar los mismos. Ahora, ya no se ve a los animales apostados en el lugar.
También existe el temor de que otras pajareras de la zona sufran la misma suerte y las aves queden sin hogar.
Las lechuza vizcacheras, conocidas en guaraní como urukure’a chichi, son los vigilantes “ecológicos” de la Costanera de Asunción. Esta ave mide en promedio unos 25 centímetro de altura, tiene hábitos diurnos y acostumbra a estar erguida en postes. Habitan en zonas urbanas o periurbanas, por eso están “acostumbradas” a la presencia de los seres humanos, a quienes “saludan” con la cabeza, aunque no siempre se muestran amigables. Es una constante que las personas que van a pasear en el lugar inviertan su tiempo en tomarse fotografías con el animal.
La zona de la Costanera es un santuario natural de aves migratorias y autóctonas. En los alrededores funciona el también conocido “hotel de aves Las Lomas”. Al hospedaje llegan unas 300 especies de aves migratorias que comparten hábitat con especies como las lechuzas vizcacheras. La responsabilidad de la ciudadanía de cuidar a estas aves como patrimonio ecológico es una muestra de que los seres humanos y los animales pueden, en alguna instancia, convivir de manera armónica en plena ciudad.
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