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En conversación con ABC Cardinal este viernes, el ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Arnaldo Giuzzio, brindó detalles acerca de la operación “Juego Sucio”, que apuntaba a una red de microtráfico de cocaína entre miembros de hinchas deportivos en Luque.
El operativo incluyó numerosos allanamientos en Luque y llevó a la captura de unas 16 personas sospechosas de formar parte del esquema de distribución de narcóticos, entre ellas José Antonio Balboa, funcionario de la Municipalidad de Luque señalado como el jefe de la operación de microtráfico.
El ministro Giuzzio comentó que el operativo comenzó a tomar forma en 2019, cuando la Senad inició diálogos con las autoridades de varios clubes deportivos que manifestaron preocupación por el tráfico de drogas entre miembros de sus “barras bravas”.
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El titular de la Senad explicó que “se usaron todas las herramientas que nos permite la ley”, empleando agentes encubiertos como compradores de drogas y el análisis de registros telefónicos para armar el perfil de investigación, con el objetivo de apuntar más alto que los simples “dealers” de calle.
“Nos dimos cuenta, en dos años de nuestra gestión (…), el ‘dealer’ es una ficha nada más, se cambian y vienen otros”, dijo el ministro Giuzzio, indicando que a pesar de la considerable cantidad de arrestos hechos por la Senad durante su administración, “en el escenario del país, los departamentos, las ciudades, el microtráfico sigue creciendo, no veíamos resultado porque el modo de trabajo no era el ideal”.
Por eso, agregó, se decidió afrontar el problema al nivel “micro” con el tipo de metodología usualmente reservado por la Senad para las grandes organizaciones criminales. Señaló que del operativo participaron en total unas 90 personas, entre agentes especiales de la Senad y acompañamiento fiscal, apoyados por una treintena de vehículos y un helicóptero.
El ministro Giuzzio afirmó que por el momento no se detectó a nadie “arriba” del detenido José Antonio Balboa en el esquema de microtráfico, aunque “obviamente tiene contactos con organizaciones de otros departamentos donde conseguía la droga, porque el volumen que maneja es bastante importante, no es un microtraficante común”.
Consultado sobre la posible existencia de vínculos directos entre Balboa y el exsenador Óscar González Daher, de quien el microtraficante era un abierto partidario, el ministro Giuzzio dijo que no se han encontrado “vínculos directos” más allá del hecho de que Balboa participaba de actos políticos del exlegislador, aunque afirmó que no se descarta nada.
El ministro señaló que ya hubo casos de vínculos directos entre microtraficantes con la política, generalmente a un nivel municipal, en Luque, con personas vinculadas al microtráfico apuntando a cargos como concejales municipales.
“Se utilizó la fachada de las barras, creo yo con una posición de adherencia, porque si vos generás adicción en tu gente, esta gente se debe a vos”, dijo el ministro. “Esas barras tienen que financiarse y creemos que en principio esa era la idea, pero se percataron que esto podía ser lucrativo y visualizaron la posibilidad de incorporarse al ámbito político”.
INFLUENCIA DE LA CUARENTENA EN EL TRÁFICO
El ministro Giuzzio fue consultado sobre el efecto que el cierre de fronteras por la pandemia de COVID-19 está teniendo en el tráfico de drogas desde y hacia Paraguay, y opinó que el efecto es mínimo.
“El país no necesita de la frontera para producir marihuana”, señaló, agregando que la producción de cannabis en el pasado semestre en el país fue de una cifra récord.
Similarmente, señaló, el tráfico de cocaína al país, normalmente de paso a otros mercados como Brasil, tampoco requiere de fronteras terrestres abiertas, al hacerse mayormente por vía aérea, aprovechando que el espacio aéreo paraguayo es muy poco controlado.