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La publicación de una encuesta realizada por la Asociación de Emprendedores, la UIP Joven y la firma Nauta señala que dos de cada diez micro, pequeñas y medianas empresas cerrarán sus puertas a causa de la cuarentena sanitaria y la caída del consumo, lo que llegaría a un total de 20.000 emprendimientos. Asimismo, indica que solo el 29% de los créditos solicitados dentro del sistema financiero fue aprobado, el 34% rechazado y el 37% no tuvo ninguna respuesta.
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Al respecto conversó con ABC Cardinal el titular de la Unión Industrial del Paraguay Joven, Paulo Duarte Modesto. Señaló que estos números muestran la realidad por la que atraviesa el sector privado. “Vemos que, sobre una encuesta de 1.094 empresas, tenemos casi un 70% de créditos que fueron solicitados y rechazados, eso indica que no hay una colaboración del sector financiero a la hora de otorgar los créditos”, expresó.
Agregó que el sistema está optando por no utilizar el fondo de garantías que el Estado está dando para disminuir o anular el riesgo de dar estos préstamos. “Recordemos que con el Fogapy (Fondo de Garantías del Paraguay), en caso de que el emprendedor o empresa no pueda pagar el crédito, el Estado se hace responsable por ese crédito y muchas entidades financieras están optando por no usar esa herramienta y realmente la situación es cada vez más crítica”, subrayó.
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Dijo que se puede observar que entre las razones por las que no se otorgan estos pedidos figuran las bajas ventas o el endeudamiento. “Creemos que con esta situación en que estamos, las condiciones para acceder a un crédito no pueden ser las mismas que fuera de pandemia”, acotó.
En ese contexto, dijo que apelan a la colaboración de todos los sectores. “En esta situación tenemos que salir todos juntos, independiente al rubro, al tamaño de empresa, todos tenemos que ser colaborativos con el sector”, indicó.
Manifestó además que casi el 80% del destino de los fondos que las empresas están solicitando como crédito es para mantenerse operativas y para seguir pagando a sus empleados y a sus proveedores. “A través de las empresas hoy también se está ayudando a los compatriotas”, añadió.
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Hizo énfasis en que con la situación que atraviesa el país, las condiciones no pueden ser las mismas en el sistema financiero. “Este no es todavía un año para apuntar a generar utilidades, siendo que hay otros rubros que están con dificultades para sobrevivir”, puntualizó.
Cabe recordar que la cuarentena sanitaria por COVID-19 se desarrolla en el país desde hace más de 100 días. El objetivo de esta disposición del Gobierno consiste en evitar la expansión masiva del nuevo coronavirus, puesto que –en otros países del mundo, incluyendo los vecinos– ha causado miles de muertes.
Si bien el aislamiento total se extendió desde el 21 de marzo hasta el 3 de mayo pasado, hasta la fecha hay muchos rubros que todavía no pueden ofrecer sus servicios al público. Este tiempo de encierro y paro de muchas actividades ha generado pérdidas para los emprendedores y cientos de desempleos. Asimismo, se calcula que unas 300.000 personas estarían ingresando al círculo de pobreza.
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En cuanto al Fogapy, cabe recordar que la Cámara de Diputados ayer se ratificó en su versión de fondear al 90% la garantía con la financiación con préstamos aprobados del Fonplata (US$ 60 millones) y el crédito de derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional (US$ 201 millones). Por su parte, la Cámara de Senadores había aprobado una versión en que el dinero para elevar al 90% dicha garantía debía salir de la Ley de Emergencia Sanitaria. De esta manera, el proyecto de ley pasó nuevamente a la Cámara Alta.
Justamente ampliar la garantía del Fogapy fue unas de las medidas económicas dispuestas por el Estado para tratar de ayudar a las empresas a superar la crisis. Sin embargo, continúan las quejas sobre las trabas que encuentran los emprendedores al momento de solicitar los préstamos.