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Duarte conversó con ABC sobre el caso de González Sánchez, quien fue detenido este martes en Lambaré tras un allanamiento hecho en su casa, en donde también se incautaron teléfonos y una computadora en los que supuestamente estaban los archivos con los que extorsionaba a sus víctimas, de quienes presuntamente abusaba y luego hacía fotos para luego chantajearlas. Son unas 20 mujeres quienes denunciaron haber sido abusadas por él.
El representante de los redentoristas explicó que sí estaba al tanto de la existencia del grupo “Misioneros de San Gerardo”, un santo de la congregación, pero que González Sánchez creó ese grupo en su casa y que desde allí operaba con varias parroquias. Sostuvo que intentó varias veces formalizar el vínculo entre la congregación y los misioneros, pero que el ahora detenido siempre se negaba y no lo permitía.
El pasado 6 de junio, Duarte recibió la llamada de un hombre vinculado a las víctimas que le avisaba sobre los casos de abuso y el cura dijo que le instó a que haga la denuncia ante Fiscalía. Posteriormente, notificó al arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela.
Cabe resaltar que durante toda la entrevista el sacerdote no tomó responsabilidad por esta denuncia dentro de la Iglesia. Dijo que era un grupo de misioneros que “se cortaba solo” y que “se sorprendió sobremanera” cuando se enteró de la situación.
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“Misioneros de San Gerardo” anunció su disolución el miércoles pasado, día 17. Expulsó a su fundador el 8 de junio y el sábado pasado, día 20, emitió un comunicado en el cual informaba que se tomaron todas las medidas correspondientes en cuanto a las denuncias.
La fiscala Teresa Torres allanó hoy la casa de González Sánchez en Lambaré y aseguró que cuenta con las evidencias con que extorsionaba a sus víctimas.
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“Nunca estuve en sus casas ni en sus encuentros. Yo me enteré el 6 de junio. Me quedé horrorizado. En la Iglesia tenemos un protocolo para estos casos contra menores, contra cualquier tipo de abuso. El protocolo tiene que aplicar la autoridad inmediata. Él comandaba el grupo y no permitía que nadie se acerque a él, entonces no podíamos hacer nada”, sostuvo el cura.
“No había una autoridad directa que ejerza la autoridad sobre ellos. Esta situación es difícil. Este grupo se cortaba solo y yo creo que debe estar bajo la jurisdicción (…) No tenemos un vínculo jurídico con ellos”, concluyó.