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Algunos indígenas de la comunidad urbana Uj’e Lhavos de esta ciudad denunciaron que por cualquier presunta irregularidad con la cuarentena son maltratados por los agentes internos de seguridad de su propia comunidad. Afirmaron que por beber alcohol, aglomerarse en casas o patios o volver fuera de horario a la comunidad reciben golpes hasta inclusive sangrar y ya se les cortó a 17 personas el cabello y cejas sin su consentimiento.
Inclusive, una madre de tres hijos habría perdido su trabajo por aparecer pelada ante su patrón. Las fuentes afirman que denunciaron los hechos, pero se les dice que es un asunto interno que la misma comunidad debe resolver. Lamentaron que la orden de cortar el cabello sería del líder Basilides Urquiza Flores, quien en ningún momento habría consensuado la medida.
Al ser consultado el líder, este dijo que trata de cumplir las disposiciones de la cuarentena, sobre todo prohibir la venta de bebidas alcohólicas dentro de la comunidad y la organización de fiestas bailables, lo que estaría generando el rechazo de una minoría.
Urquiza indicó que al comienzo se permitió cantinas solo en la calle principal de la comunidad, pero hoy se vende el alcohol en cualquier parte. Dijo que al inicio de la cuarentena se llevó a los infractores a la Comisaría 1ª de Filadelfia, donde rápidamente se llenaron las celdas, también por indígenas de otras comunidades. Para evitar esto, se procedió a dejarlos en la comunidad, pero cortándoles el cabello, para que tengan vergüenza y no salgan más.
Según Urquiza, la amplia mayoría de la comunidad está apoyando esta medida, que en épocas de sus ancestros se practicó también. Señalo que la mayoría de los afectados son jóvenes y “cuando se pela la cabeza, la mayoría no hace más. Ayuda”.
Agregó: “Casi me lincharon por prohibir la venta de bebidas alcohólicas, porque la venta se puede controlar; el consumo en casas no”. Dijo que recibe todo tipo de acusaciones, de ser egoísta y abusar de su cargo, pero solo quiere hacer bien su trabajo y seguir concretando proyectos con las instituciones locales, una vez que termine la cuarentena.
Uj’e Albos cuenta con unos 5.000 indígenas de la parcialidad Nivaclé y 34 guardias internos.