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La firma de Durelli trabaja con proyectos relacionados a las algas del lago con la empresa holandesa LG Sonic. “Venimos hace bastante tiempo trabajando con proyectos relacionados a las algas, sobre todo, acompañados por una empresa internacional llamada LG Sonic”, explicó el ingeniero hoy en conversación con ABC.
Sin embargo, enfatizó que “lo más importante” en este momento es recuperar el nivel del lago. “Las algas aparecerán cuando estén las aguas. Realmente en este momento es mucho más crítico solucionar el nivel del lago”, sostuvo.
Sin embargo, para ello es importante hacer un estudio de impacto ambiental. “Si en algún momento hay una decisión de usar el sistema (que tienen ellos), la misma empresa holandesa podría hacer el impacto, todo a costa nuestra”, dijo, aunque no explicó cómo se haría esto, pero enfatizó que la firma europea tiene experiencia en la recuperación de varios lagos.
“Hay muchas buenas ideas del Estado y privadas. Mucha gente quiere salvar el lago. A veces no es el Mades (el que pone trabas), a veces hay que ver periféricamente. No los defiendo, sino que, si hay leyes ambientales, hay que cumplirlas. Creo que ellos aplican la ley. Una empresa bien estructurada no tiene que tener miedo de hacer un estudio de impacto ambiental”, añadió.
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En ese sentido, contó que como se quiere dar pluralidad en la conversación sobre cómo recuperar el lago, muchas personas se dejan guiar por falsas concepciones, como por ejemplo la idea de que las medidas en el lago podrían dejar sin agua al río Salado, donde se descarga el Ypacaraí.
“Hubo gente con disconformidades, no era mucha. No creo que haya una mala intención, sino la ignorancia. Más que una conspiración de negocios es la estupidez”, continuó.
Durelli insistió en que las decisiones deben ser tomadas de forma urgente no solo por el patrimonio que constituye el lago Ypacaraí, sino porque unas 40.000 personas se quedarían sin agua.
El proyecto
En febrero del año pasado, el titular del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), Ariel Oviedo, presentó el plan de “Monitoreo y tratamientos de algas en el lago Ypacaraí”, cuya realización estaría a cargo de LG Sonic y Aquaconsult.
A un costo de 22 millones de euros y con un mantenimiento de 99.000 euros anuales, ofreciendo incluso un préstamo del Banco de Desarrollo Holandés (FMO) para la financiación del proyecto.
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Durelli no precisó si la empresa no solo se haría cargo del estudio de forma gratuita o si la intención también abarcaba el proyecto en sí.
En el diseño se habla de la colocación de dispositivos que emiten ondas ultrasónicas que supuestamente crean una barrera que evita que las algas lleguen a la superficie, por lo que no pueden recibir la radiación solar que permite su crecimiento y floración. Esto sería a través de la instalación de cien boyas preparadas tecnológicamente para cubrir un radio de 900 metros, donde se emitirán las ondas ultrasónicas y se tendrá supuestamente un sistema de monitoreo constante, entre otras características.