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Petta presentó este lunes el “Protocolo de retorno seguro a la escuela” al pleno del Consejo de Ministros, que se reúne esta mañana en el Palacio de López. El documento, de 14 páginas, argumenta los pasos a seguir para retomar las clases de manera presencial, aunque plantea que la asistencia sea intercalada a través de grupos creados dentro de las aulas.
Así, la modalidad sugerida por el Ministerio de Educación es semipresencial. El texto no detalla la posible fecha de reanudación de las actividades presenciales dentro de las escuelas. Cabe recordar, en ese sentido, que las autoridades insisten de manera permanente en que los alumnos de las escuelas y colegios serán los últimos en regresar porque son potenciales dispersores del COVID-19 en sus respectivos hogares.
De hecho, la suspensión de las clases redujo considerablemente otras enfermedades respiratorias durante este periodo del año.
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El documento detalla que entre las condiciones para regresar a estas clases semipresenciales está la conformación de grupos reducidos de 10 a 15 estudiantes por aula en un horario rotativo de dos a tres jornadas por grupo. Por ejemplo, un grado en que haya 30 alumnos tendrá dos grupos de 15. El primer grupo irá lunes, el segundo martes, luego el miércoles irá de vuelta el primer grupo y así sucesivamente.
En cuanto al uso de espacios abiertos, el protocolo insta a mantener las aulas aireadas y utilizar en lo posible espacios alternativos (galerías, patio, cancha, etc.). Las actividades físicas también deberán hacerse en grupos reducidos.
En cuanto a los recesos, se deberán organizar en relación a la cantidad total de estudiantes por jornada. La alimentación escolar se mantendrá en la modalidad que rige ahora, con los padres retirando los kits.
“La modalidad semipresencial se plantea como la alternativa de transición entre el año lectivo 2020 y el 2021”, refiere el documento presentado hoy. En cuanto a las prácticas formativas para los bachilleratos técnicos o los cursos de formación profesional, deberán hacerse de forma presencial.
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El protocolo establece que la evaluación, otro punto crucial, deberá establecerse a través de mecanismos tanto para la modalidad presencial como a distancia. Las clases presenciales deberán organizarse de acuerdo a directrices que consideren contenidos “imprescindibles”.
El documento también propone líneas de comunicación para anunciar el regreso paulatino de la presencia física de los alumnos y deja en mano de las instituciones educativas la adecuación curricular y la reorganización del horario de actividades.
Las clases en todos los niveles están suspendidas desde el 11 de marzo de este año, cuando el Gobierno decretó la emergencia sanitaria por el coronavirus.