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Cada 15 de junio se conmemora el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Durante la pandemia por el nuevo coronavirus, se ha destacado la importancia de proteger a esta población de riesgo y sobre la vulnerabilidad de la misma.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, todos los días reciben al menos cinco llamadas con denuncias de abandono a los adultos mayores, maltrato de algún tipo denunciado por testigos, o solicitud de personas de la tercera edad a estadía permanente en los hogares, por pedido de los familiares, según los datos confirmados por la titular de la Dirección de Adultos Mayores, Palmira Solto.
El año pasado se registraron cerca de 800 reportes, que derivaron en aproximadamente 10 adultos mayores que tuvieron que ingresar a los hogares del Ministerio de Salud por no tener otra alternativa.
El dato indica que en caso de que los familiares pidan el traslado a los hogares se les brinda un asesoramiento legal, puesto que la ley 1.885 indica que la responsabilidad penal del abandono hacia la tercera edad y las penas privativas son elevadas.
Asimismo, Solto resaltó que durante la pandemia solo una persona tuvo que ser ingresada a un hogar la semana pasada, pero antes estuvo 15 días en una sala de aislamiento, a la cual solo ingresaba personal con un estricto protocolo de bioseguridad. Esta persona fue sometida a tres testeos para saber si era portadora del nuevo coronavirus pero afortunadamente todas las pruebas salieron negativas, por lo cual ya pudo ser trasladada a una habitación común junto con todos los demás.
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El abandono: principal tipo de maltrato
La Licenciada María del Carmen Villar, directora del Instituto de Bienestar Social del Ministerio de Salud, destacó que el maltrato más cruel es el abandono y en nuestro país cada semana se registran numerosas denuncias por varios tipos de abandonos a los adultos mayores.
Explicó que son diversos porque en algunos casos los de la tercera edad quedan sin hogar, en otros casos están dentro de una casa, pero totalmente descuidados por sus familiares o también hay veces en las que son abandonados en una vivienda, a su suerte.
Indicó que cuando reciben las denuncias se inicia una investigación con el objetivo de determinar responsabilidades y en caso de ser necesario se deriva el caso a la Fiscalía. Sin embargo, añadió que siempre buscan que la víctima sea reinsertada dentro del seno familiar, pues su traslado a los hogares es la última opción.
Explicó que si no encuentran un vínculo familiar, buscan uno comunitario, puesto que a veces hay familias “de corazón” que los reciben. Caso contrario, los derivan a uno de los 5 albergues que son administrados por el Ministerio o de los 8 que son manejados en convenio con organizaciones.
Los adultos mayores durante la pandemia
En otro momento, la licenciada Villar resaltó que en esta situación de pandemia cambió por completo el manejo dentro de los hogares, puesto que las visitas están totalmente prohibidas y el cuidado de la higiene de todo el personal es sumamente delicado, considerando que los adultos forman parte del grupo de riesgo.
Recordó que el año pasado trabajaron con colegios y universidades en un programa denominado “Abuelito del corazón”, que tuvo un gran éxito y logró el acercamiento de varias familias hacia los adultos mayores. Incluso resaltó que tres niños lograron que sus familiares lleven a sus nuevos abuelitos a casa para compartir eventos.
Por otra parte, mencionó que también por la pandemia decidieron suspender el ingreso de nuevas personas a los hogares, considerando que ya existe la circulación comunitaria del virus y no pueden poner en riesgo a aproximadamente 40 personas vulnerables que viven en cada casa. La institución alberga a 196 adultos mayores actualmente.
Por otra parte, sobre cómo les afecta psicológicamente a los adultos mayores el temor al virus, dijo que constantemente conversan con ellos y les dan las cifras reales del Ministerio de Salud, considerando que son alentadoras.
Finalmente, hizo énfasis en que se debe seguir luchando en contra del maltrato y el abandono a los adultos mayores, puesto que es momento de asumir que son la pieza “fundamental de la sociedad, nuestra historia y origen”.