Un freno a la fase 3 de cuarentena, por ahora no es culpa del ciudadano, ni del COVID-19

El epidemiólogo Tomás Mateo Balmelli negó que la situación del COVID-19 sea motivo suficiente para dilatar el paso a la siguiente fase de la cuarentena inteligente, o incluso retroceder etapas. “Acá lo único que nos puede llevar a una persistencia de la fase dos o un retroceso, es la respuesta sanitaria”, dijo, y agregó que las camas hoy no están llenas de contagiados con COVID-19, sino que por enfermos con otras dolencias, algo que también debió prever el Gobierno. También dijo que culpar al ciudadano por un supuesto desborde de la cantidad de casos no se ajusta a la verdad de hoy.

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Desde el punto de vista estadístico y de la circulación comunitaria estamos super bien, creo que mejor imposible”, enfatizó Balmelli, diciendo que la justificación de eventuales medidas drásticas por un supuesto aumento de casos sin nexos no sería un motivo real.

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Dijo que el Gobierno no lo admite directamente, pero reconoce que si se dilata el plan original de paso de fases en la cuarentena inteligente, es porque las camas previstas para el COVID-19 se están llenando con otros enfermos.

Lo que te quiero decir es que no nos llevan a un retroceso, no por el coronavirus, sino porque existen otras enfermedades polivalentes que están ocupando las camas hospitalarias. Entonces, disminuimos la respuesta a lo que realmente creó está incertidumbre, que es esta crisis sanitaria del COVID-19”, remarcó el especialista.

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Incluso dio números concretos. “Hoy en día sabemos que tenemos 11 internados por coronavirus, significa que evidentemente las camas están siendo ocupadas por enfermedades polivalentes que ellos no previeron, se adelantaron sus cálculos matemáticos”, dijo, a lo que hay que sumarle la fallida compra de insumos de US$ 14 millones que se frustró por indicios de corrupción.

Esos insumos rechazados “no fueron sustituidos por donaciones; vos no vas a recibir US$ 14.000.000 en donaciones”, dijo sobre otros factores que el Gobierno reconoce, pero solapadamente.

Esta situación echa por tierra también el polémico mensaje del Ministerio del Interior que culpaba al ciudadano por adquirir eventualmente la enfermedad.

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“Super propagación”

“A ese tipo de casos se le llama super propagación, acordate ese término: super propagador. Entiéndase por los individuos con alta carga viral, con muchas, muchas, muchas partículas que contagian a muchos individuos”, dijo sobre el caso del militar que contagió a varias decenas de personas, pero aclaró que esa actitud es la excepción hasta ahora, no la regla.

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“Este señor es un super propagador, pero es un caso en casi 8.000.000 de habitantes. Tampoco tenemos que ajustarnos ya y dos semanas antes de la evaluación de las diferentes fases adelantar el peor panorama”, dijo.

Incluso en ese caso, el Gobierno debe de asumir su cuota de responsabilidad, ya que se había insistido en que los cuidadores de los albergues debían cumplir las mismas medidas sanitarias que las personas en cuarentena.

“Creo que nosotros estamos en condiciones de afrontar esta nueva normalidad, y que la gran parte de la comunidad la ha acogido de manera considerable, nosotros tenemos que hacer la regla por la generalidad y no por la excepción”, insistió.

El médico señaló que con todo esto no pretende fomentar una relajación de las medidas y cuidados hasta ahora asumidos, al contrario, insiste en que se están realizando bien de manera mayoritaria.

“Hoy, el ministro del Interior (Euclides Acevedo) presupone, adelanta, que no vamos a pasar de fase o que podemos volver a la fase uno y, eso es... que nos digan la verdad, con equivocaciones o aciertos pero que no nos mientan”, cuestionó.

Destacó que si la gente sigue con los cuidados de lavado de manos, desinfección de objetos que manipulan y el uso tapabocas, el riesgo de desarrollar manifestaciones graves de coronavirus se reducen considerablemente.

Sabemos nosotros que con la protección de las vías respiratorias, con los barbijos y tapabocas, la eliminación de partículas virales es muy inferior y la absorción de las partículas virales también es inferior para aquellos individuos susceptibles, lo que va a implicar que muy probablemente se infecte la población, haga en forma indirecta una inmunidad de rebaño, pero que no enferme; solamente enferman aquellos que reciben un impacto de alta carga viral o baja carga viral pero con alguna enfermedad particular de fondo que comprometa su sistema inmune. En pocas palabras, la carga viral es el enemigo", explicó.

No negó el peligro de que haya un ascenso considerable. "Nosotros estamos en una etapa peligrosa de tener un ascenso de contagios comunitarios”, reconoció, pero dijo que hay que buscar aplicar políticas de salud que protejan a la población vulnerable.

A modo de síntesis, volvió a pedir sinceridad en el caso de que se asuma una decisión de dilatar o retrotraer etapas de la cuarentena inteligente. “Nosotros tenemos que ser estrictamente transparentes en decir la verdad. Señores, nosotros estamos bien por el momento, hoy 4 de junio tenemos poca circulación comunitaria e intensidad, con individuos con baja carga viral, la posibilidad del impacto es baja por el momento, pero estamos con el problema de que nosotros tenemos un sistema sanitario con una respuesta casi nula. Entonces, hoy en día las camas que tenemos previstas para COVID-19 no le podemos negar a un infarto, a un accidente cerebrovascular, a una neumonía, a un paciente asmático, gente con enfermedad pulmonar crónica, y se están ocupando por enfermedades polivalentes".

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