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El viceministro Portillo confirmó que, aunque tras la recomendación de la Organización Mundial de la Salud comenzó una discusión al interior de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles, la guía para el manejo de pacientes positivos sigue vigente y el uso de la hidroxicloroquina está recomendado para pacientes en terapia intensiva.
“The Lancet es una publicación tradicional en la medicina que tiene mucho impacto. Hay que hacer el análisis individual de la publicación y, de hecho, al mirar uno -que está familiarizado con este tipo de publicaciones- ya nota que tiene ciertas debilidades”, manifestó sobre los estudios que indican que el uso de la hidroxicloroquina no solo no es beneficioso, sino que además aumenta el riesgo de morir entre los enfermos de COVID-19.
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“Es un estudio retrospectivo que hizo básicamente la recopilación de la mayor parte de los estudios que se hicieron, las recomendaciones que fueron hechas entre diciembre y abril -un periodo de tiempo reciente- donde incluyeron a 96.000 pacientes en más de 675 hospitales. Es un corto tiempo para revisar tantas cosas, y aparte tiene eso, es un estudio retrospectivo donde se hizo el estudio de ficha clínica, el manejo de los pacientes es muy heterogéneo, porque cada hospital tiene sus particularidades; está el tema de las dosis, por ejemplo, el criterio de aplicación. Es muy diferente un estudio observacional”, añadió.
Asimismo, dijo que “llamó la atención de entrada” que el estudio lance una afirmación tan categórica con respecto a la mortalidad. “Entonces, nosotros estamos mirando con cierta… no sé si decirle desconfianza, pero estamos mirando de reojo y, de hecho, el Ministerio sigue con su guía clínica vigente. Somos parte de este ensayo global, Solidaridad, que incluye en dos de sus brazos el tratamiento con la hidroxicloroquina y veremos cómo queda eso”, informó.
En ese sentido, comentó que ya se designó a investigadores de distintos hospitales del país para formar parte de estos estudios, que también incluirán la ivermectina y otros medicamentos recomendados para combatir los síntomas del nuevo coronavirus.
Un trabajo “de dudosa calidad”
Por su parte, el Dr. José Fusillo, miembro de la Sociedad Paraguaya de Neumología, manifestó que ellos también están analizando el uso de la hidroxicloroquina como tratamiento para el COVID-19, al igual que todos los especialistas del mundo. Dijo que la utilización de este medicamento se comenzó a instalar primeramente de manera “mediática” y en el último mes han saltado varios estudios negativos.
No obstante, también cuestionó el estudio de The Lancet. “Este trabajo, que al inicio, por la cantidad de pacientes, parecía muy interesante (...) pero los análisis fueron hechos por una computadora, un sistema que se llama ‘big data’, que extrae automáticamente los datos. Entonces, ahí ya pierde totalmente credibilidad (…) Es un trabajo de inteligencia artificial de dudosa calidad”, agregó para ABC Color.
Aseguró que la mayor parte de los pacientes en Paraguay que se sometieron al tratamiento con esta medicina “salieron bien”. Además, calificó de un “error muy grande” el consejo de la Organización Mundial de la Salud de suspender el uso de la hidroxicloroquina.
Recalcó que al leer el resumen del estudio impresionan las conclusiones. “Después, leyendo, te das cuenta de que es realmente increíble. El trabajo evidentemente tiene muchísimos errores. No puede considerarse como un trabajo serio y responsable”, cuestionó.
También lamentó que estos estudios creen problemas con los pacientes, puesto que al recibir la receta de dicha medicina mencionan los resultados de ese estudio por temor a someterse al tratamiento. “Por eso creo que va a tener que retractarse esta revista, porque lo datos son falsos”, consideró.
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