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El comunicado menciona que el militar prestó servicio en uno de los albergues de la ciudad el pasado 6 de mayo y luego de la jornada se le practicó el test del COVID-19, el cual resultó negativo. Posteriormente, fue designado para un servicio interno en la mencionada unidad (servicio de semana).
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Finalizado su servicio, el 15 de mayo, se trasladó en su vehículo particular hasta la ciudad de San Roque González de Santa Cruz, en donde estuvo en contacto con sus familiares, según señala el informe.
Volvió a presentarse en su unidad el lunes 18 de mayo y el jueves 21 se le practicó nuevamente una segunda prueba de COVID-19. En ese ínterin fue nombrado para prestar servicio de seguridad en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este y el domingo 24 se dio a conocer el resultado positivo del test.
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“Cabe resaltar que en ese lapso (del 6 al 21 de mayo) el personal (sic) no presentó ningún síntoma de la enfermedad”, expresa el comunicado del Comando.
Por último, el informe afirma que los nueve efectivos que tuvieron contacto con el infectado se encuentran aislados en cuarentena y aguardando los resultados de las pruebas que se les practicó el pasado 27 de mayo.
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Señala también que el Ministerio de Salud ya procedió a aislar y practicar la prueba de COVID-19 a las personas con las que tuvo contacto en San Roque González de Santa Cruz.
El comunicado es firmado por el coronel Víctor Manuel Urdapilleta.
El caso fue dado a conocer esta semana y causó preocupación de sus camaradas y la ciudadanía, debido a que se tuvo que investigar todo el recorrido del militar para saber la cantidad de personas con las que tuvo contacto y así poder aislarlas y tenerlas bajo control.