A 39 años de la tragedia y el milagro del avión que se estrelló en Los Laureles

Eran cerca de las 14:00 del lunes 25 de mayo de 1981, Linda y sus dos pequeños hijos –de 4 y 2 años– veían televisión en el estar de su vivienda ubicada en el barrio Los Laureles de Asunción, cuando sorpresivamente, un estruendo los alertó: un avión monomotor se estrelló contra la casa, “partiéndola en dos”. La dramática experiencia sigue en la retina de los testigos del accidente que de milagro no afectó a la familia pero acabó con la vida de sus tripulantes.

Tapa de ABC Color, del martes 26 de mayo de 1981.
Tapa de ABC Color, del martes 26 de mayo de 1981.ABC Color

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Treinta y nueve años atrás se registraba un suceso que marcó un antes y un después en la vida de los Biedermann y las personas que en ese momento trabajan en su residencia. Una avioneta se precipitó contra la casa, sin que ninguno de ellos resultará con daños de consideración.

Un miembro de la familia, que prefirió el anonimato, recordó que durante esa tarde estaban viendo en canal 9 “Mariana”, la novela que era popular en ese tiempo cuando escucharon un ruido intenso y al momento percibieron el olor a combustible.

Hechos sorprendentes envuelven a esta historia. El niño de 4 años estaba jugando en el patio con un amiguito pero se pelearon, y el vecinito se fue a su casa, por eso se salvaron de la caída del avión. Coincidentemente, estaban jugando con un avioncito, comentó.

Además, una amiga embarazada se encontraba de visita esa tarde. "Se salvaron muchas vidas en esta milagro en la tragedia”, manifestó.

Publicación de nuestro diario sobre el avión siniestrado en mayo de 1981.
Publicación de nuestro diario sobre el avión siniestrado en mayo de 1981.

La casa de los Biedermann “se partió en dos”. La vivienda estaba en refacción, por lo que toda la actividad se desarrollaba entre la habitación principal y la sala, hecho que significó que se salvaran de la tragedia, ya que la caída de la avioneta afectó la zona en construcción.

El trauma vivido quedó grabado en la memoria de cada uno de los testigos, que aunque lamentan las vidas que se perdieron, cada año recuerdan cómo el universo les dio otra oportunidad. “Nacimos otra vez”, señaló el entrevistado.

En una publicación del 26 de mayo de ese año, ABC Color informó sobre el suceso: “Cuatro muertos al estrellarse un avión”. En la nota, se describió cómo los ocupantes del monomotor fallecieron al instante, en un accidente que según las autoridades de Aeronáutica Civil se debió a que el motor del avión paró y el piloto realizó una maniobra brusca a muy baja altura.

Según el relato de testigos recogidos por nuestro diario, el avión no realizó ruidos extraños, “solo se precipitó contra la casa”. En su descenso rozó otras viviendas y finalmente cayó sobre la residencia de los Biedermann.

Las víctimas fatales del siniestro fueron los cuatro tripulantes del avión e increíblemente las personas que se encontraban en la vivienda –Linda y sus dos hijos además de la amiga, dos empleadas domésticas y unos seis albañiles– no sufrieron daños graves.

Dos de los constructores acusaron cortes y golpes, por lo que fueron derivados a un hospital privado pero a más de eso, las demás personas que se encontraban en la casa no fueron afectadas.

El avión siniestrado era un Beechcraft Sierra, con capacidad para cuatro ocupantes, incluido el piloto, con posibilidad de transportar hasta 500 kilos de peso.

Desde hace 39 años, cada 25 de mayo, las mujeres que fueron parte de esta historia se llaman para recordar lo oportuno del universo que les permitió salir ilesas de un accidente aéreo.

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