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En conversación con ABC Cardinal este martes, el presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay, Oliver Gayet, habló sobre la situación en que se encuentra su sector, uno de los más directamente golpeados por la cuarentena sanitaria establecida por el Gobierno para frenar la pandemia de COVID-19.
El Gobierno había establecido un sistema de “cuarentena inteligente” que contempla la relajación gradual de las medidas restrictivas dispuestas por la emergencia sanitaria, reactivando sectores por fases, de las cuales la primera sigue en proceso y culminará el próximo domingo.
Sin embargo, el plan contempla que los restaurantes regresen a la actividad recién en la “fase 4”, algo que Gayet opina sería insostenible para muchos locales.
“Una buena parte de los restaurantes no va a aguantar un mes más cerrado”, dijo.
Gayet señaló que su asociación presentó al Gobierno un protocolo basado en otros países que están habilitando a sus restaurantes para el regreso a las actividades, “adaptado a nuestra realidad”, proponiendo que los restaurantes regresen con una capacidad de admisión reducida a un 40 o 50% de su capacidad total, con controles por parte de las autoridades para asegurar que se respeten las medidas de prevención sanitaria.
El empresario consideró que con los restaurantes operando a un 40 o 50% de su capacidad, su operación ya sería rentable.
Gayet lamentó lo que considera una desigualdad en la aplicación de las medidas preventivas entre los restaurantes formales y los comercios informales, asegurando que muchos locales “callejeros” operan con normalidad.
“Nosotros los formales que pagamos impuestos, IPS, que tenemos todo en regla, no podemos abrir, mientras la competencia, los informales, están trabajando sin problemas”, dijo, agregando que debido a eso hay mucha gente que solía ir a los restaurantes, pero para comer en los patios de los mismos, con menos medidas de higiene.
Unos 220 restaurantes de todo el país forman parte de la Asociación de Restaurantes del Paraguay, con un total de más de 6.800 funcionarios inscritos en el Instituto de Previsión Social (IPS), y Gayet dijo que de ese total unos 2.500 se encuentran con contratos suspendidos y otros 650 fueron despedidos durante la cuarentena.
Según su estimación, los locales que pasaron a operar exclusivamente con delivery solo están facturando, en el mejor de los casos, un 30% de lo que solían ingresar cuando se operaba con normalidad.