Día de la Madre en el Pilcomayo

FILADELFIA. En la zona del Pilcomayo, los alumnos también recordaron ayer el amor sacrificado de sus madres. Algunos recitaron a sus madres una poesía en casa, otros llegaron hasta sus escuelas para hacerlo.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2074

Cargando...

En la zona del Pilcomayo, con su dispersa población, los niños vivieron también el Día de la Madre ayer. Algunos recitaron a sus madres una poesía en casa, mientras otros que tenían la posibilidad llegaron hasta la escuela para hacerlo. En Margariño, por ejemplo, distante a 240 kilómetros de Filadelfia, algunos niños no escatimaron el esfuerzo para presentarse en la escuela y agradecer el amor de sus madres. La alumna Ana Paula Maldonado Maíz, del cuarto grado, recitó a su madre en su casa una poesía en castellano y otra en guaraní.

Los alumnos del pequeño poblado de Margariño vienen de zonas muy alejadas, algunos de más de 110 kilómetros, para asistir a la Escuela Básica Nº 4.078 San Pablo, que este año comenzó con 26 alumnos. Ahora, como todo esta cerrado por la cuarentena y no existen las clases presenciales, todos deben esforzarse más para seguir con la “tele educación” o la educación a distancia, que en una zona como el Pilcomayo en la mayoría de los casos no pasa por el Internet, sino simplemente por el cuadernillo. Es decir, los deberes que prepara el MEC en su plataforma digital normalmente los alumnos aquí no los pueden bajar, porque no tienen acceso al Internet ni los equipos.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2074

El maestro de Margariño Vidal Ávalos dice que tiene que ir a la oficina cercana de Senacsa, para bajar los deberes del Internet y solo apenas el 30 % de los alumnos de la escuela tienen acceso a Whatsapp. En el caso de los demás, la mayoría, los deberes deben ser retirados por los padres desde la escuela, o el mismo profesor tiene que ir a entregar.

Ävalos dice que hay diferentes opiniones entre los padres, en cuanto a acompañar ahora a sus hijos en casa con los deberes, pero muchos colaboran con lo que pueden, porque quieren que sus niños sigan adelante. El profesor Ávalos ya ansiosamente espera la vuelta de las clases presenciales. Opina que la educación a distancia no puede reemplazar a la escuela. Mencionó además que a muchos profesores al inicio de la cuarentena les costó el cambio y acostumbrarse a las nuevas realidades de la educación a distancia.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...