Cargando...
El país atraviesa por una crisis económica con la pandemia de COVID-19, a dos meses del inicio de la cuarentena sanitaria para prevenir la expansión masiva de la enfermedad, que a la fecha ya suma 563 casos confirmados, de los cuales 10 resultaron fatales.
Lea más: Récord de COVID-19: confirman 101 nuevos casos y 99 vinieron del Brasil
Sobre el tema, esta mañana, en entrevista concedida a ABC, el economista y exministro de Hacienda Manuel Ferreira hizo un análisis de cuáles son las posibilidades de Paraguay para contener la crisis. En ese contexto, enumeró cuatro posibilidades: la primera salida sería subir impuestos, la siguiente, que el Banco Central le preste plata a Hacienda; la tercera, el endeudamiento, y la cuarta, conseguir fuente externa de plata genuina.
Ferreira manifestó que elevar los impuestos, según su opinión, es inviable. “Creo que es ridículo pensar en impuestos (...) Estamos con el problema agrícola con un precio muy bajo, estamos con el problema en el sector industrial. A muy pocas empresas les está yendo bien. Vas a subir la cuota del impuesto y vas a recaudar menos de lo que recaudabas antes”, aseveró.
Acotó que las pocas empresas que están sobreviviendo morirían y que esto generaría incluso más altos niveles de desempleo de los que ya se están registrando.
En cuanto al préstamo del Banco Central del Paraguay a Hacienda, indicó que esto va a significar inflación. “Por una u otra vía, lo que vamos a expandir es la cantidad de dinero que hay en la economía, porque el Banco Central es creador de dinero y le va a pasar dinero al Ministerio de Hacienda. De hecho, ese tipo de cosas se están luego ya haciendo hoy. La ley de emergencia que se sacó es una ley que le permite al Ministerio de Hacienda tomar dinero prestado del Banco Central, pero después se está sustituyendo por otro tipo de deuda directa del fisco", expresó.
Lea también: Hacienda advierte que hará falta más deuda para poder sostener economía
"Eso lo que va a hacer es expandir la cantidad de dinero en el tiempo y si la economía se empieza a recuperar y no tenemos más caídas, lo que vamos a generar es un potencial de inflación el día de mañana. Esa inflación se va a traducir en un impacto sobre la gente de menores recursos”, agregó.
En el tercer punto, que es el endeudamiento, hizo énfasis en que “es la única salida que tenemos”, porque si el país no se quiere endeudar, eso sería igual a “no hacer nada” para ayudar a la recuperación económica de la crisis y que cada uno se levante por su cuenta. “Nuestra recuperación va a ser muy lenta, las empresas van a estar muy golpeadas, va a tardar como siete a 10 años para que la actividad económica se recupere y cuando lleguemos otra vez a ese nivel vamos a estar menos endeudados, pero va a haber gente más pobre”, detalló.
En este aspecto, manifestó que la gran incógnita reside en hasta cuánto Paraguay puede seguir endeudándose. “La pregunta es cuánto aguantamos en endeudarnos. Lo que tenemos que ver es cuánto de intereses podemos pagar por año (...) Ahora, si hacemos una reforma que permitan recortar los gastos extraordinarios, que son 500 millones de dólares al año, si eso nomás recortamos podemos ir a 12.000 millones o 13.000 millones de dólares que podemos endeudarnos y construir una infraestructura que dé envidia al mundo", añadió.
El cuarto punto, que hace referencia a la deuda externa, habla de la vía de Itaipú Binacional, que -según Ferreira- “sería el paraíso” para Paraguay. “Itaipú emite deuda, esa deuda se transforma en royalties para ambas partes, nos entra una inyección de dinero genuino del orden de los 4 a 5.000 millones de dólares y nos ayuda a pagar esta cuenta que tenemos ya ahora que la hemos generado durante este tiempo de pandemia, más otro tanto de 2.000 a 2.500 millones de dólares para un proceso de recuperación en los próximos dos o tres años", argumentó.
Nota relacionada: Ministro de Hacienda afirma que aún no hay respuesta de Brasil sobre “sondeo” para endeudar a Itaipú
¿Cuál es el problema con este último punto? Que se necesita de la venia de Brasil, país que históricamente no quiso emitir deudas de Itaipú y que hasta el momento no respondió al “tanteo” de Paraguay para proceder de esta manera. Además, Ferreira indicó que ahora el país vecino está buscando conseguir energía de la binacional a menor precio, puesto que ahora está utilizando menos energía debido a la pandemia.
“Brasil está buscando que Itaipú pueda proveer energía a un precio que sea razonable para su mercado interno. Hoy, Brasil está pagando alrededor de 45 dólares por la energía; el precio que se está vendiendo hoy en un tiempo de muy baja demanda es a 10 dólares el megavatio (MWh). O sea, Itaipú está re caro para el mercado brasilero en estas condiciones, entonces lo que hay que hacer es buscar una solución que sea mixta, donde se puede generar una deuda, donde Itaipú va a tener la posibilidad de crear algún tipo de deuda que va a poder pagar en el futuro, pero también hay que bajar la tarifa”, comentó.
Manuel explicó además otra propuesta en relación a Itaipú desarrollada por el ingeniero Victorio Oxilia. “Creo que la propuesta de él es muy interesante y muy sencilla. Lo que él dice es todos estos que son gastos sociales hoy de Itaipú, hagamos un acuerdo de largo plazo dentro del Consejo de Itaipú, el acuerdo a largo plazo sería, por ejemplo, 150 millones de dólares a cada una de las partes por decir un número, por año, durante 20 años, estamos hablando de 3.000 millones de dólares”
“Lo que hacemos es un proceso de securitización de eso flujos, como vos tenés firmado un acuerdo dentro del Consejo de Itaipú de que cada parte va a recibir 150 millones de dólares durante 20 años, lo que hacés es, son como pagarés que te van a ir pagando a lo largo de 20 años y descontás esos pagarés en el mercado internacional, y ya vas a tener la plata ahora, te vas y descondás en el mercado internacional y ponele que contra los 3.000 vamos a sacar 2.500 millones de dólares”, explicó.
No obstante, señaló que se debe tomar una decisión ahora. "Para mí lo de Itaipú es interesante, pero creo que es una cuestión que vamos a tener que trabajar y va a tomar tiempo y los apremios son actuales, son hoy, no es dentro de un plazo largo. Es muy fácil hacer un discurso y decir ‘no nos endeudemos’, pero la verdad es que hay que endeudarse”, confesó.
Cabe recordar que el anuncio del inicio de la cuarentena se hizo el pasado 10 de marzo con la suspensión de los eventos que signifiquen aglomeración de personas. Más tarde, el 21 de marzo, empezó el aislamiento total luego de la primera muerte por COVID-19 en el país y la confirmación de la circulación comunitaria.
La cuarentena total se extendió hasta el 3 de mayo pasado, para iniciar así lo que se llama la “cuarentena inteligente”, que consiste en la flexibilización de las restricciones para ciertos rubros de la economía como las industrias. No obstante, los negocios, shoppings y locales de restaurantes siguen cerrados.
Lea también: Centros comerciales plantean un “protocolo de comportamiento” para volver a abrir
En estos casi 60 días de paro de actividades, muchas empresas han cerrado incluso de manera definitiva. En ese contexto, según los últimos datos ya ascienden a 90.000 los contratos de trabajadores que han sido cancelados o suspendidos por los empleadores. El desempleo y el hambre aumentan en muchas familias más vulnerables que dependían de sus actividades diarias para subsistir y los subsidios otorgados por el Gobierno ya no son suficientes.
Nota relacionada: Ministerio de Trabajo ya remitió 90.000 suspensiones y cancelaciones de contratos al IPS
En el marco de la ley de emergencia sanitaria, el Ejecutivo logró la autorización de unos US$ 1.600 millones para la contención de la crisis, sin embargo, según las estimaciones, se requeriría de más dinero para lo que sería “el día después” de cara a la recuperación de la economía.