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López explicó que existen créditos disponibles para la inversión en obras de infraestructura y aquellos que no fueron ejecutados de manera eficiente serán redireccionados para su utilización en este plan. Dijo que de recurrir el Estado a nuevo préstamo, el monto estará por debajo de los US$ 500 millones, pero que esta medida está sujeta a si se decide finalmente hacer un tercer pago a través del programa Pytyvõ, destinado a trabajadores informales y cuentapropistas que aún no pudieran ingresar al mercado en las fases establecidas en la “cuarentena inteligente”, ya que un pago implica US$ 150 millones.
El ministro insistió que primero se agotarán todas las instancias para usar los fondos ya disponibles y solo en el caso de necesidad, solicitar un nuevo préstamo a organismo financieros, descartando una emisión de bonos del Tesoro porque el mercado no acepta montos menores a los US$ 500 millones. Sobre este punto, indicó que la próxima semana se tendrá listo el plan y se decidirá si se paga el subsidio o no.
"Estamos optimistas en que la apertura gradual va a permitir impulsar la demanda interna para reactivar la economía, aunque esto va a requerir de un esfuerzo”, expresó el secretario de Estado.
En la mañana de hoy, en la conferencia realizada en Palacio de Gobierno, el ministro señaló que el plan de reactivación requerirá de unos US$ 2.000 millones, pero que gran parte de estos corresponden a fondos disponibles. Por ejemplo, citó que US$ 1.300 millones es para infraestructura que ya tiene financiamiento, también están los créditos para el Ministerio de la Vivienda y otros que no se están utilizando a ser redireccionados.
“No hay ningún nuevo préstamo todavía, lo que hay es una posibilidad y cuando terminemos el plan veremos si existe la necesidad. Primero vamos a redireccionar los recursos que no se están ejecutando, adelantar esos recursos para no recurrir a préstamos”, aseguró.
Con respecto a la expectativa del impacto que generará en la economía y atenuar la caída del PIB, como se prevé en un 2,5% según el BCP, el ministro afirmó que esto dependerá de cómo nos comportemos en la “cuarentena inteligente” y de que se siga abriendo la economía, además de las condiciones externas porque actualmente muchos de los mercados donde llevamos nuestros productos van a caer.
Finalmente, aclaró que en este plan de contingencia adicional se descarta que los fondos vayan a gastos corrientes, salarios, y que estos se financiarán con los recursos provenientes de los impuestos.