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El comisario Sergio Insfrán, de la División de Homicidios de la Policía Nacional, manifestó en comunicación con ABC que tanto la Policía como los agentes del Ministerio Público siguen abocados a la búsqueda de Juliette Le Droumaget, más conocida como “Yuyu”, la menor de siete años que está desaparecida desde el 15 de abril.
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“Lo ideal es encontrarla con vida, estamos trabajando por eso. Por lo menos, guardada en un lugar o que se le entregó a alguna persona. Por lo menos seguimos trabajando en este hecho y esperamos tener respuesta rápida para saber la verdad de lo que ocurrió en esa fecha”, indicó.
El comisario ratificó que es una hipótesis que manejan los investigadores y esperan que sea lo que realmente haya sucedido.
En relación a la versión de que “Yuyu” y su hermana de 10 años dormían con las cabritas, manifestó que pudieron corroborar el hecho en una fotografía hallada en uno de los teléfonos incautados. Además, sostuvo que la hermana de Juliette, quien fue repatriada a Francia, había confirmado esta versión en sus declaraciones al menos en su caso. No obstante, el efectivo policial dijo que están analizando quién de las dos específicamente es la que aparece en la imagen.
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La niña de siete años desapareció el 15 de abril; sin embargo, la denuncia policial la hizo la madre recién el 16 de abril. La Fiscalía señala que este es uno de los puntos llamativos del caso, además del hecho de que tanto la madre Lilian Zapata (34) como su padrastro Reiner Helmut Oberuber (55) cortaron la comunicación con los investigadores y decidieron dejar de colaborar en la búsqueda de la niña.
La casa de ambos fue allanada en varias ocasiones por los investigadores; en ese contexto, encontraron telas, palas y rastros de sangre humana, pero hasta el momento se desconoce si son o no de la niña.
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Posteriormente, el Ministerio Público imputó a la madre y al padrastro por abandono y violación del deber del cuidado, por lo que también se ordenó la detención de ambos. Asimismo, en ese procedimiento incautaron armas de fuego y celulares.
La desaparición de la niña desde el primer momento resultó muy extraña porque, si bien Yuyu tiene siete años, su edad mental es de cuatro y además tiene dificultades para movilizarse. Supuestamente, la menor había ido a dar de comer a dos cabras y no regresó a su casa.
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