Cargando...
De lunes a viernes, la frecuencia de buses será de entre 10 y 20 minutos en un horario que iniciará a las 5:00; los sábados habrá buses cada 20 y 30 minutos, y los domingos, la flota se verá reducida en un 50%, es decir que la frecuencia será de 60 minutos, según informó esta noche el viceministro de Transporte, Pedro Britos, a través de su cuenta en redes sociales.
Lea más: Desde el lunes, más de 700.000 personas saldrán a las calles y solo se prevé un 20% más de buses
En cuanto a las medidas sanitarias para evitar la propagación del COVID-19, es obligatorio el uso de mascarillas para el conductor y los pasajeros, se prevé la limpieza y desinfección de los buses, antes y después de cada viaje, así como la disponibilidad y uso de alcohol en gel. Así también solo se permitirá solo pasajeros sentados.
Sobre los buses que van al interior del país, Britos señaló que por el momento solo operarán los que tengan cobertura de 100 km.
Lea más: Distanciamiento y tapabocas, esenciales en la fase 1 de la cuarentena inteligente
Por otro lado, a nivel general también reiteró las medidas sanitarias para evitar el contagio de la enfermedad, como el lavado frecuente de manos, seguir las instrucciones del Ministerio de Salud, quedarse en casa si es que se tienen síntomas o si se tuvo contacto con casos sospechosos y cuidar a los adultos mayores, evitando exponerlos al riesgo de contagio.
El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, presentó recientemente los planes del Gobierno para el inicio del período de “cuarentena inteligente”, apuntando a una relajación “gradual” de las medidas restrictivas ante el COVID-19 desde el próximo lunes.
Lea más: Aun con cuarentena inteligente, no se habilitará el transporte de larga distancia
Mazzoleni señaló que el plan actual es que la primera fase de la “cuarentena inteligente” comience el lunes 4 del mes en curso y se extienda hasta el lunes 25, con el entendimiento de que durante esas tres semanas se analizará la evolución de la situación en general para determinar si se avanzará a la siguiente fase, se “pisará el freno” o se retrocederá a medidas más restrictivas.
El plan de la primera fase contempla que todas las personas afectadas a obras civiles de construcción a cielo abierto quedarán exceptuadas de las restricciones de circulación, como también los empleados de industrias y empresas “de todo tipo” que puedan adecuarse a los protocolos de sanidad, incluyendo la habilitación de servicios a domicilio.