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Samaniego conversó este miércoles con ABC sobre las compras irregulares de insumos médicos para combatir el coronavirus. Casi todo lo comprado por Salud Pública fue rechazado porque los productos y materiales no cumplían las especificaciones técnicas requeridas.
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La legisladora reconoció que el depósito en donde se guardaron las camas hospitalarias que no cumplían las especificaciones técnicas pertenece a su sobrina Nathalia Samaniego, hija de su hermano Gustavo. Explicó, sin embargo, que Nathalia alquiló el sitio a través de una inmobiliaria y refirió que nada tiene que ver con el proceso de compra ni tiene por qué saber qué se guarda en ese lugar ubicado en el barrio San Vicente de Asunción.
“El depósito es de Nathalia, pero ella no estuvo en el negocio del COVID (…) Sé que esto es una guerra comercial entre empresas, es entre poderosos empresarios del sector farmacéutico (…) Que la justicia les convoque a todos y que se sepa la verdad, toda la verdad, no solo de un sector”, manifestó la legisladora, quien insistió en que “nosotros no tenemos nada que ver con lo que se compró”.
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Los elementos rechazados formaban parte de una licitación de más de G. 80.000 millones, adjudicada a las firmas Insumos Médicos SA (Imedic) y Eurotec SA, ambas conectadas al empresario Justo Ferreira.
Entre los elementos rechazados figuran mascarillas, mamelucos de protección corporal y 50 camas de terapia intensiva. La firma Imedic importó insumos de más valor, por ejemplo, un total de 300 camas hospitalarias. Aunque solo 50 eran para Salud Pública, todo el cargamento llegó en cajas con logos y rótulos oficiales.
Nathalia Samaniego publicó un comunicado en su cuenta de Facebook en que asegura que su local está alquilado a la empresa New Logistics desde noviembre del año pasado. “Si bien he alquilado dicha propiedad a la empresa New Logistics, no tengo vínculo comercial alguno con la misma”, escribió.
Samaniego reconoció también que Rossana Rolón, concejala de Asunción y hermana del viceministro de Salud, Julio Rolón Vicioso, es su amiga, pero no tiene vínculo comercial con ella. “Rossana es mi amiga de más de 30 años. Yo no tengo ningún negocio con ella y ella no tiene ningún negocio conmigo”, indicó.
Por último, la senadora desafió a que “demuestren” cualquier vínculo entre las compras de los insumos de salud y su familia.